miércoles, 14 de diciembre de 2011

155º paso en el búnker




Qué duras son las consecuencias de practicar el optimismo antropológico cuando no hay materia gris suficiente para discernir lo real de lo deseado. Cuánto daño nos ha hecho esa filosofía de “hoy mejor que ayer pero peor que mañana”. Unos cuantos iluminados nos querían vender la mercancía estropeada de que la evolución pica constantemente hacia arriba, sin paradas de burra, sin retrocesos.

1 comentario:

Interruptor dijo...

D. Luis, el optimismo esquizofrénico es siempre dañino, especialmente si quien lo sufre es presidente. Ahora hemos cambiado al optimista esquizofrénico por el prudente obsesivo. No sé si el cambio va a ser bueno o no, pero más nos vale que lo sea que no queremos vernos pidiendo a la puerta de una iglesia sueca o belga (porque una iglesia española estará llena d pobres).

Cambiando de tema, estoy de ronda por “las casas” de los amigos para saludar. Feliz Navidad y un fuerte abrazo.