miércoles, 16 de mayo de 2012

194º paso en el búnker.


Han abierto esta tienda en mi calle: "Para los amorosos del amor". De inmediato me vino a la cabeza "o para los pulgosos de las pulgas". Creo que se me coló en el frontis de mi dura cabeza la imagen de aquel perro pulgoso de una serie de dibujos animados con su risa tan peculiar.




Una sociedad adolescente considera al amor como objetivo en sí mismo y no como lo que es: una herramienta para acercarse al otro, para relacionarse con "lo otro". El que ama el amor solo sabe dejar los ojos en blanco y refocilarse en sensibilidades empalagosas.

Pero el establecimiento de la foto trabaja otro mercado: ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir bolas chinas a 19´90 euros?

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