viernes, 8 de noviembre de 2013

236º paso en el búnker.


Deja que te despegue,
que nuestros protones y neutrones se comuniquen
a la manera en que interactúan las cosas pequeñas.

El amor, en su versión de renuncia, favorece la cohesión entre cuerpos impenetrables.

1 comentario:

Anita Noire dijo...

La desgracia siempre une mucho, pero al final,uno no sabe si ese cúmulo de desgracias aliviadas y acumuladas no terminan transformándose en una desgracia mayor.