El tipo engominado decidió hacerse delincuente
informático por considerarlo el trabajo más fácil del mundo, en un escenario
salvaje al oeste de Internet donde hasta los medio lelos se creen que saben manejar
una pantalla y un teclado. A costa de los medio lelos se puede ganar mucho
dinero. Jobs era un genio, pero no escribió una sola línea de código en su
puñetera vida. La vida que homenajeamos es la que se vende como un gran
producto de marketing. El negro crea, trabaja y calla. El tipo engominado es uno de ellos y espera a un colega de
transgresiones virtuales en la barra de una tasca con olor a callos. Pide un
crianza y se enciende un cigarrillo. ¡Paren de inmediato! Eso no se
puede escribir, no es realista, nadie enciende ya un cigarrillo en una tasca.
Así no hay manera de confeccionar una novela creíble. Aunque bien pensado, la
gente prefiere que la engañen.
1 comentario:
Pues sí, el creativo se mata trabajando y los gerentes se llevan el reconocimiento social. Ya va siendo hora que aparezca otro tipo engominado dispuesto a trasgredir, pero en serio. Esto de las redes sociales lleva demasiado tiempo de moda.
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