martes, 9 de marzo de 2010

15º paso en el búnker.




Se acaba el tiempo.

Nadie puede repetirse tanto sin levantar sospechas.

1 comentario:

Interruptor dijo...

Las sospechas no importan. Lo repetitivo, por previsible, nos produce tranquilidad. Lo que no se repite es demasiado emocionante para nuestros corazones intoxicados de telebasura, fútbol y política, podríamos sufrir un infarto.