miércoles, 11 de abril de 2012

181º paso en el búnker.


El de la foto es Matthieu Ricard, monje budista al que le han otorgado el absurdo título del "hombre más feliz del mundo". No es mi intención hablar de este señor ni del congreso que se ha celebrado en Madrid (organizado por Coca-Cola, chúpate esa) sobre la felicidad. Entre otros ponentes estaban los ubicuos y cansinos Luis Rojas Marcos, Eduardo Punset o Javier Sádaba. Supongo que se habrán dado cuenta que esos personajes manga se les aparecen en cualquier sitio, a cualquier hora, y hablando casi de cualquier cosa. Son tan divulgadores del saber (así, a palo seco y generalizando) que agotan a una enciclopedia de las de antes. Pero tampoco era mi intención hablar de ellos. Entonces, ¿de qué quería hablar?; pues de nada importante. Solo preguntarme en voz alta por qué la felicidad se identifica con gente buena con cara de mendrugo de pan. Conozco auténticos hijoputas que parecen vivir muy felizmente.

Venga, que no se diga, ahí va el vídeo feliz

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