lunes, 20 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -14

 


No te esfuerces más, o sí, pero no aguardes mercedes por ese esfuerzo. No es algo automático. No funciona como causa y efecto. El mérito consiste en descubrir que solo la disposición a recibir funciona. El fragor diario entretiene, agota las emociones y te narcotiza en un videojuego donde el guión subyuga, convirtiéndote más en esclavo que en participante. Desde que practicas el silencio has visto cómo tu cabeza se llena de ruidos y desasosiego, que hasta entonces pasaban inadvertidos en la participación activa del juego. Ahora que lo has probado, estás deseando volver al silencio para quedarte. No es fácil. Pero más difícil te resulta ya permanecer en el ruido constante. La cabeza va a explotar. Respiras y tu aliento se funde con el aire afilado del invierno. El genio está fuera de la botella, no te encierres tú en ella. Deja que los dormidos acunen a los dormidos. El estado de alerta es relajado, es natural, es dormir al sueño, es no olvidarte de ti ni un instante aunque esa identidad es igual de inasible como palmaria.

 


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