viernes, 26 de febrero de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
8º paso en el búnker
miércoles, 24 de febrero de 2010
7º paso en el búnker
Me llega una cantinela por los tubos de ventilación: Nosotros no somos como los griegos, por favor, no ofenda, somos gente seria. ¿Los griegos? No sé de qué me habla, no nos compare con los griegos, que nada tenemos que ver. ¿Pero no íbamos todos en el mismo barco? Qué barco. Además, si alguien se ahoga no nos vamos ahogar todos. Son cosas que se dicen. También se gritaba que todos íbamos en los trenes. Quiá. Los griegos son apestados, deberían hacerles un estudio de ADN, seguro que manifiestan una malformación alienígena. No me negará que suena al “sálvese quien pueda”. Tampoco, simplemente que si para salvarnos tenemos que pisarles la cabeza y negarles tres veces, pues lo hacemos. No somos griegos y vale ya, no juegue con esas cosas.
martes, 23 de febrero de 2010
6º paso en el búnker
Estoy desarrollando una singular empatía con las ratas. Ellas reciben el desprecio de quienes caminan por la superficie escupiendo sus arbitrarias sentencias de moralidad. Comparto con mis amigas roedoras la afición al desperdicio y su voluntad de guardar secretos.
Escucho música recostado en la escuadra de suelo y pared.
sábado, 20 de febrero de 2010
5º paso en el búnker
viernes, 19 de febrero de 2010
4º paso en el búnker
jueves, 18 de febrero de 2010
Tercer paso en el búnker
Aquí abajo las comunicaciones fallan más que Chigrinsky en defensa. Pero el empeño de Papandreou en hablar conmigo, al final dio resultado.
El primer ministro griego me soltó a bocajarro:
Grecia ya no es de los griegos.
Si acaso, del viento -apostillé.
Eso que has dicho es una memez.
No te lo niego. Pero si algún día salgo del búnker, también yo quisiera hacer carrera en España. Tú sabes.
Ante su silencio, pensé que la precaria comunicación había desfallecido, pero me temo que Papandreou simplemente apagó algo molesto su webcam .
miércoles, 17 de febrero de 2010
2º paso en el búnker
lunes, 15 de febrero de 2010
Primer paso en el búnker
Iba a fotografiame los pies a modo de presentación, pero no se están quietos.
Como pasa con los perros que tiran de trineos, también yo tengo un pie guía. No declararé aquí cuál es mi elegido, que luego me quedo cojo.
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