lunes, 14 de mayo de 2012

193º paso en el búnker


Sé que tiene muy mala prensa, y que defender al que es considerado fuerte queda feo. Pero me da igual, soy muy de "La Merkel". La razón es tan sencilla como una frase que pronunció y que no he escuchado a economistas de renombre, a gurús de la crisis ni a los dignamente indignados. Dijo algo tan sencillo como esto: "No podemos seguir creciendo a crédito. Debemos conseguir crecer sin endeudarnos".  ¿Solo eso? Ni más ni menos. Nadie en los tiempos modernos ha dicho algo tan revolucionario. Ninguno de los 7.000 millones de personas que pateamos la Tierra actualmente hemos conocido otro sistema de crecimiento que no fuera a través de crédito. El fin de semana, sin ir más lejos, el señor Rajoy hablaba de que no se puede crecer si no fluye el crédito hacia la sociedad. Lógico, no procesamos en nuestra mente otra manera. Por eso  la frase de la Merkel fue como un terremoto para mí, y enseguida supe que estaba ante la frase más revolucionaria pronunciada sobre el asunto. En mi opinión todos deberíamos interiorizarla, reflexionar sobre ella desde la mañana hasta la noche, exprimirla, pensar cómo llenarla de contenido, cómo hacerla realidad. Intelectuales, políticos, economistas, sociólogos, fruteros, estudiantes, banqueros, blogueros en paro, y hasta los vigilantes de la playa, tendríamos que estar dándole vueltas a este asunto que se me antoja primordial. 

EEUU, que hizo saltar la alarma mundial con las subprime, tomó dos medidas: una, desviar el foco hacia otro sitio, Europa para ser más concretos. Y la otra fue echar más carbón a la caldera, imprimir más dinero, endeudarse aún más, dar la patada a seguir. Repito, no conocemos otro sistema para hacer las cosas. Pero EEUU se pudo permitir engañar al moribundo sistema incendiándolo más, porque siempre colocan toda su deuda (hasta la fecha). Y la colocan porque tienen un amuleto que se llama dólar que es la moneda con la cual se realizan todas las transacciones mundiales. Y coloca toda su gigantesca deuda porque los demás están a favor de que el Imperio continúe y no caiga porque lo arrastraría todo. Y volvemos a lo mismo, porque no conocemos otra cosa. Pero Euro-pa es distinta. Euro-pa no puede colocar toda la deuda que quiera a precios razonables. Además el crédito funciona en un marco de expansión (mañana seremos más grandes y más ricos que hoy y me lo podrás devolver...), pero no en un marco de recesión donde mañana seremos menos grandes y más pobres que hoy y será un crédito fallido o tóxico. Entonces hemos de aceptar que aquí  no podemos dar la patada a seguir, no podemos crecer más a crédito. Y en este punto es donde La Merkel demuestra -contrariamente a lo que muchos opinan- que sí le interesa el proyecto que se llama Euro-pa. Hasta la fecha Alemania sí ha podido hacer funcionar su maquinaria con crédito barato, llegando a emitir deuda casi a interés negativo. Pero eso no le ha impedido a la canciller pronunciar esa frase que es un cambio total en las estructuras mentales, sociales, geopolíticas y económicas, que abre la puerta a un nuevo modelo por investigar, por inventar desde cero. Y deberíamos ponernos a la tarea cuanto antes: ¿cómo puede una empresa crecer, innovar, acometer un proyecto, sin acceder a un crédito, a una inyección de dinero externo que le apriete la yugular? ¿Cómo puede una familia acceder a un bien necesario (vivienda) sin apelar al crédito que le ahogue durante 40 años? ¿Cómo pueden funcionar las entidades bancarias sin el negocio del crédito? ¿Cómo pueden acometer los países proyectos vitales de infraestructuras o de bienestar social sin endeudarse? ¿CÓMO? 

Respondamos a estas preguntas y estaremos ante un cambio imparable, una gran revolución. Ya sabemos que el sistema con el que hemos funcionado hasta hoy, y que es el único que conocemos, ESTÁ AGOTADO. ¿Lo sabemos? La Merkel, sí lo sabe.

viernes, 11 de mayo de 2012

192º paso en el búnker


Quizá no seamos tan hipócritas como nuestros actos y omisiones puedan hacer sospechar. Quizá sea que nos engañamos a nosotros mismos por caridad, con un gesto de amparo hacia el prototipo algo defectuoso que se merece un vigésimo pretexto para ir mejorando sus prestaciones a fuerza de doblarle el espinazo al egoísmo. La cobardía aumenta según uno se va replegando entre estas paredes del búnker que parecen escupir reproches. Intentamos justificar nuestros actos, qué otra opción nos queda para salir indemnes cada día. Si quiero convertir en melodrama lo cotidiano, lo hago y punto. Quién me va a impedir poner un poco de exagerada actuación en esta obra mediocre. Antes histriónico que sencillo. Cuando ganamos una partida invitamos a la siguiente ronda, y desplegamos el mejor arsenal de nuestro ingenio con el labio algo levantado. Cuando perdemos una mano, nos masajeamos el alma con sentencias filosóficas y metafísicas. Y es una suerte que aún puedas beber hasta caer inconsciente, hasta que el vómito te despierta de un sueño que tramaba asesinarte con arma blanca. Es una suerte porque llega un día que hasta ese analgésico natural que es la bebida, te sienta como una patada en los fatigados huevos.

lunes, 7 de mayo de 2012

191º paso en el búnker.



Pego un mordisco a tus muslos
untados en mantequilla
Y sé que no te amaré más.

Un prestigioso profeta habló
de este castigo.
Las profecías son interpretables
así se acercan a dios
que también es interpretable.

Se derriten los cuadros de Dalí.

Un asesino nos acorrala
a la salida de la noche.
Una mujer gorda nos estrecha
contra sus pechugas.

Acuerdo fallido
el ejecutivo aprieta demasiado
el nudo de su corbata....

del  poema "pestañas de verano".

miércoles, 2 de mayo de 2012

190º paso en el búnker.


El forastero no imaginó que aquel encierro voluntario al que llamamos bar, pudiera resultar una encerrona para él. Por suerte, la moneda cayó de cara y todo quedó en un amago.



sábado, 28 de abril de 2012

189º paso en el búnker.


La camaradería es imprescindible en cualquier objetivo de equipo. Estar unidos, no distinguir tu rodilla de la suya. El, guardar silencio durante el masaje no del todo claro. Hablar como si no pasara nada. El equipo de Minnesota es un ejemplo a seguir.

188º paso en el búnker.


El Caos de la Impresión

"Qué culpa tiene el hombre naciente
de que la locura lleve tanto tiempo impuesta
que se tache de loco al único cuerdo."


"Queda sin responder el dilema
de por qué tantas veces la obra
se cobra la vida de quien la ejecuta."

martes, 24 de abril de 2012

187º paso en el búnker


Me he confesado ante un cajero automático, he puesto mi miseria a su disposición de saldo cero. ¿Desea hacer otra operación? No. Puede retirar su tarjeta e ir a moquear a otra parte.

sábado, 21 de abril de 2012

186º paso en el búnker.

Qué diferencias ves entre las tres Giocondas y con cuál de ellas te quedarías.

Gioconda "pata negra".





Gioconda "la teníamos en el cuarto de las fregonas del Prado".




Gioconda "que les den a mis dos hermanas, tan enigmáticas ellas".



viernes, 20 de abril de 2012

185º paso en el búnker



Desde un banco situado en la medianoche reparé en aquella ventana. Los estores recogidos dejaban insinuarse a la luz del salón con una calidez que disponía el espíritu a la nostalgia. La figura femenina se movió acoplándose a su sombra y pude apreciar un rostro suave que se sentía a salvo. Me subí el cuello del abrigo y me fui a toda prisa por miedo a que el futuro inmediato me sorprendiera a la intemperie ejerciendo de mirón. 


miércoles, 18 de abril de 2012

184º paso en el búnker


Esta entrada la envío con un sello de 0,70 euros. Así me aseguro que llegue a su destino el remordimiento del poeta José Hierro.

"inútilmente fui
recorriendo senderos
entre mármoles..."

Poema en audio: Remordimiento de José Hierro por José Hierro


martes, 17 de abril de 2012

183º paso en el búnker



Los asesinos suelen dejar un remite en sus víctimas. Los investigadores se conocen los códigos postales. Por eso el crimen perfecto ha de estar impelido por el mero azar. El psicópata pasa la luna de miel cerca del cementerio acogiendo el abrazo de las viudas como si estuviera verificando la impecable depilación de sus sobacos. Solo los ilusos piensan que el criminal acabará por saciarse de sangre.

miércoles, 11 de abril de 2012

181º paso en el búnker.


El de la foto es Matthieu Ricard, monje budista al que le han otorgado el absurdo título del "hombre más feliz del mundo". No es mi intención hablar de este señor ni del congreso que se ha celebrado en Madrid (organizado por Coca-Cola, chúpate esa) sobre la felicidad. Entre otros ponentes estaban los ubicuos y cansinos Luis Rojas Marcos, Eduardo Punset o Javier Sádaba. Supongo que se habrán dado cuenta que esos personajes manga se les aparecen en cualquier sitio, a cualquier hora, y hablando casi de cualquier cosa. Son tan divulgadores del saber (así, a palo seco y generalizando) que agotan a una enciclopedia de las de antes. Pero tampoco era mi intención hablar de ellos. Entonces, ¿de qué quería hablar?; pues de nada importante. Solo preguntarme en voz alta por qué la felicidad se identifica con gente buena con cara de mendrugo de pan. Conozco auténticos hijoputas que parecen vivir muy felizmente.

Venga, que no se diga, ahí va el vídeo feliz

viernes, 30 de marzo de 2012

180º paso en el búnker


Esta semana santa me quedo sin vacaciones (otra vez) por razones familiares y económicas. Tengo comprobado que la realidad alcanza a unos antes que a otros. Por eso no me sorprende tanto ver cómo miles de personas aún salen a la calle a reivindicar lo que denominan "sus derechos". Otros, considerábamos que había que haber dado la batallla hace unos cuatro o cinco años. Hoy ya es tarde. Ayer ya era tarde. Vivimos en un país en quiebra, sin eufemismos. ¿Qué derechos tiene un país en quiebra? Pues que yo sepa, solo tiene obligaciones. Y muchas, si quiere que no le traten como un apestado y le presten el dinero para que cada mañana ponga las aceras en las que protestar. España es por tradición, cainita. Muchos juegan a las dos españas (o dos sorayas) cuando en realidad no queda ninguna. Una confrontación se acaba cuando al menos uno de los dos bandos es derrotado. Cuando un matón te viene de cara, has de apearte cuanto antes de los argumentos y liarte a hostias, porque el que queda en pié se lleva la razón como trofeo. Puedes pensar que es una involución humana. Es cierto, pero ése es otro mito que ha caído con esta crisis de varias caras: la evolución no sigue una línea recta ni indefinidamente ascendente. Hay parones y retrocesos, incluso desvaríos. Suelo decir que la razón no es razón suficiente. Eso lo saben bien quienes han tenido que toparse con sicarios pendencieros. Algunos, amamantados por el presupuesto general del Estado. No es momento de analizar las causas de esta crisis ni de buscar culpables. Hemos tenido tiempo de eso y lo hemos desperdiciado. Ahora solo importan las consecuencias. Una de ellas es que mi aspiración en la sociedad en la que vivo es meramente de subsistencia. Quizá sea que mis sueños gatean en vez de volar, quizá sea que el escepticismo ha calado hasta donde se fabrican las esperanzas. Esa luz que entra por el ventanuco no da calor, es un simulacro para quien está encerrado, una promesa incumplida de otro mundo. Mientras los días estén hechos de carne y hueso, mi mente conoce su deber, su trabajo, su celda. Vuelvo al principio: la realidad alcanza a unos antes que a otros. Pero al final alcanza a todos, y en ocasiones, pasa por encima.

martes, 27 de marzo de 2012

179º paso en el búnker


Si leen alguna crítica de esta novela de Gabriel García Márquez oirán hablar de realismo mágico, de creación cumbre de la literatura, de obra maestra en lengua hispana. Uno de los títulos más leídos y traducidos en español de todos los tiempos. Premiada hasta la saciedad. Su autor es reconocido en todo el planeta. Un trabajo considerado de calidad literaria indudable por cualquier lado que mires y escuches. No voy a descubrir aquí el trayecto temporal que engulle a Macondo y a la familia Buendía, su desarrollo y su decadencia. Esta entrada tiene la intención de quitarnos un poco la vergüenza que sufrimos cuando un libro reconocido y reconocible mundialmente, no nos gusta. La gente tiene reparos en reconocer su desapego respecto a alguno de esos libros citados como intocables. Suele deberse al miedo a ser tachado de inculto o directamente de imbécil. Si todo hijo de vecino declara que le gustó el libro y además añade la coletilla de que es una obra maestra "lo mejor que se ha escrito", pues optas por callarte, e incluso te impones la penosa tarea de releerlo por ver si eres tú el raro, si leíste mal, si no captaste la genialidad de sus páginas por culpa de un mal día de gripe. Pero no, no hay manera. Se te atraganta desde el principio y no levanta el vuelo ni con motor a reacción. Y te dices para ti: es un pedazo de bodrio. Sólo cuando te reúnes con gente de confianza y cada uno confiesa su pecado literario, es cuando te sientes libre (como me pasa ahora en este blog) y gritas a los cuatro vientos: aunque me costase una pena de cien años de soledad, no releería este encumbrado libro que me parece un tostón. 


¿Cuál es tu secreto inconfesable como lector?




viernes, 23 de marzo de 2012

178º paso en el búnker.



Acomodó su cabeza en mi abdomen mirando hacia el bosque de un solo árbol. Al cabo de unos segundos tomó el tronco e hizo en él una inscripción con sus uñas. Luego le aspiró toda la savia. En ningún momento preguntó quién era yo.


jueves, 22 de marzo de 2012

177º paso en el búnker.



Los pies
tus pies
no andes, espera
mueve los dedos
abanica mi nariz con tus uñas de charol
a qué sabe tu empeine
no temas
no pienso morderte
al menos de momento
pero no te confíes
los pies
tus pies
son la aduana
que me llevara
al país amurallado
tus pies
tan al otro extremo de ti
como barcazas a la deriva
como nubes de opio
en la pista de baile
de una boda tardía
los pies
tus pies
reflejos cavernícolas
de las manos
los pies
con una lámina de sudor
barnizando el camino
seduciendo mis perversiones
fetichistas de enfermo
pies para qué os hablo
si hasta vuestra dueña
os tiene olvidados.


lunes, 19 de marzo de 2012

176º paso en el búnker



En los supermercados de barrio cada vez es más habitual toparte con escenas que malamente esconden la miseria. Hoy en la cola del cajero tenía delante a una anciana con evidentes signos de indigencia, con ropas desgastadas, higiene ausente, ojos de mirada suplicante. Llevaba en brazos una botella de aceite de girasol y un paquete de harina. En total, apenas dos euros. Ha tenido que rebuscar entre sus harapos para encontrar hasta el último céntimo. Algunos en la cola mostraban evidentes signos de incomodidad ante la escena. La cajera, muy paciente, cariñosa y profesional, le ha ayudado a dar con la cantidad exacta de su compra. La anciana solo acertaba a decir gracias, gracias, gracias. Una vez recogido el ticket, ha ido a meter el paquete de harina a una bolsa y se le ha escurrido de las temblorosas manos, tapizando el suelo de un blanco nicho. La cajera le decía que no se preocupara, que le traían otro paquete de la estantería, que se encargaban ellas de recoger y limpiar, pero la anciana se ha puesto de rodillas para intentar meter lo derramado dentro del paquete. Hemos tenido que levantarla casi a la fuerza mientras repetía: gracias, gracias, gracias.


viernes, 16 de marzo de 2012

175º paso en el búnker



La nueva ley de la supervivencia premia a los que saben lidiar con el desconcierto que rige a la sociedad en general y a sus individuos como piezas mal dispuestas en el tablero actual. No hace falta ser un malvado ni un antropófago de vecinos temerosos y enjutos, solo estar preparado para tirar hacia adelante sin mirar a los lados, tal como hacen algunos conductores que nunca tienen un accidente pero provocan varios al día. Uno mira a su alrededor y no se atreve a tildarlos de agresivos o trepas. Me puede el buen corazón y la educación de dejar pasar primero al otro, y eso hoy en día implica que quizá no lleves el pan nuestro de cada día a tu mesa. Los pobres se esconden porque saben que si les cae encima el título, por mucho que se hable de solidaridad de cara al público y en las redes sociales ( con la palabra redes acertaron, redes de pesca), el estigma no te lo quitas ni con estropajo. Un menesteroso en la actualidad acude a comedores sociales con gafas oscuras, a casa de los suegros a merendar y llama a su tía-abuela para que le deje el traje del difunto para una entrevista de trabajo que no es trabajo, que solo es un experimento de la empresa que consiste en sondear cuántos hay esperando en la puerta para reemplazar a los que trabajan dentro. Un pobre hoy considera el alimento algo secundario, porque lo imprescindible es tener una dirección estable, un teléfono donde te localicen, conexión a internet 24 horas para estar ahí y mantener una apariencia digna que es la única forma de volver al carril de los que avanzan. Se aconseja desde diferentes instancias a los jóvenes para que se formen lo más posible porque eso les abrirá puertas. No es del todo cierto. Sí es verdad que tenemos la generación más titulada de la Historia, pero no por eso la más preparada. Mis lagunas de conocimiento respecto a personas de la generación anterior todavía me perturba, pero es que si me comparo con los nuevos universitarios deberían proponerme para el Nobel en al menos ocho disciplinas diferentes. Las puertas se abren porque se empujan y en ese empeño deben estar unidos empleadores y empleados. No consiste en ser emprendedor como si fueras un suicida, sino en el cambio paulatino pero imparable de marchas en el funcionamiento de un proyecto empresarial. Los empleadores están obligados a implicar a los empleados y compartir con ellos parte de los futuros beneficios en reinversión, y éstos a responsabilizarse de los éxitos y fracasos. Pero nada de esto funcionará si el campo de juego es un país cainita, dirigido por castas políticas que se deben a sus sectas-partidos antes que al resto de la población para la que trabajan y les paga. Y aquí llegó al gran problema de España. Cuando se habla de modelo de Estado es directamente un eufemismo que oculta una realidad: el poder desmesurado e incontrolable de los partidos políticos en la vida y funcionamiento de los ciudadanos, contaminándolo todo con sus debates artificiales identitarios, diferenciales, ideológicos, arruinando la iniciativa privada, alimentando el clientelismo y el peloteo de ventanilla, sumiendo a la sociedad en un miserable posición derrotista y subvencionada. Todo empresario ha de pasar por las "oficinas", toda persona con una idea se encontrará con el muro de la administración que le parará los pies: tú quién eres, a quién conoces. Y si opinas: facha tenías que ser, siendo progre qué se puede esperar. Sufrimos una administración politizada hasta la médula que salpica el día a día con tasas, normas, reglamentos y trámites. Y para eso, ni esta generación está preparada, ni lo estarán las futuras. Necesitamos buenos políticos. Ya sé que no es fácil. En mi opinión un buen político es como el buen siquiatra, alguien que su principal objetivo sea que no lo necesites para nada, deseoso de darte de alta. Pero estamos rodeados de malos políticos y de malos siquiatras que prolongan la patología del paciente porque de eso viven. Hace falta que el buen político haga muchos enemigos y que no tenga miedo de quemarse en el intento de cambiar las estructuras del país con visión a largo plazo. Alguien que no sea un visionario, pero que tenga un plan factible y ambicioso. Alguien que no dependa de la mafia partidista  ni de sus congresos de cuchillos largos, alguien con el aplomo para hacer y explicar, para exigir y entregarse por entero. No me sirve el Rey que asegura le quita el sueño pensar en los millones de parados, y todos somos testigos de que se duerme hasta de pie en los besamanos. No me sirve La Cospe que pretendía ponerle una Boutique al cónyuge para que estuviera entretenido y no la molestara con escenas de celos al llegar a casa. No me sirve ninguno de ellos porque han mamado todo lo que acabo de denunciar. Por supuesto, no me sirven los sindicatos que forman parte del engranaje que se ha demostrado fracasado. Rajoy tiene mayoría absoluta porque la mayoría de la población que votó quería darle carta blanca para que se convierta en un héroe, para que rompa y rasgue. Y lo primero que ha hecho es buscar la complicidad de Convergencia i Unio para que todo siga igual, pero peor. Estoy convencido que hay gente capaz, dispuesta a  inmolarse en la vida pública y permitir a la gente que se construya un futuro. Y me esforzaré por identificarlas en cuanto las vea.


jueves, 15 de marzo de 2012

174º paso en el búnker.


EPILEPSIA

Ese viento rasposo que se oye murmurar detrás de la oreja viaja envuelto en aros de humo. El elegido por una ruleta neuronal aguarda sumiso la bofetada, la convulsión irrefrenable. No ser dueño de uno mismo es una sensación difícil de interpretar. Ser inquilino al que le vienen a echar de casa no es plato de buen gusto. El maremoto se extiende por el cuerpo mientras el capitán, que ha abandonado el barco, mira desde la orilla con gesto desamparado.