lunes, 10 de mayo de 2010

58º paso en el búnker




Lo que ha pasado.

Gorka y Ramón han quedado en una tasca. Ramón entra cabizbajo y alicaído.

Gorka: Qué cojones te pasa.

Ramón: Me ahogan las deudas, tío, y vienen a por mí.

Gorka: No te preocupes, que para eso somos amiguetes de toda la vida. ¿Cuánto necesitas?

Ramón: Calculo que medio millón de euros para ir tirando.

Gorka: Ostias. Vale, eso lo arreglo yo. Cuenta con un millón de euros. Y si son necesarios dos millones, yo los pongo (cuando dice esto sube el tono de voz para que todos en el bar le oigan)

Ramón: Gracias, te lo agradezco. Eres un tío grande.

Gorka: Eso sí, estoy dispuesto a darte el dinero si tú aceptas apretarte el cinturón para que no necesites mi dinero. Te aconsejo que dejes de tomar cafés, vendas el cochazo y el chalet de la playa, te prives de viajecitos de placer, cuando haga frío te pones un jersey en vez de encender la calefacción y si hace calor tomas una ducha de agua fría pero no enciendas el aire acondicionado. Ah, y se acabaron los cenorrios con los amigos y la ropa de marca. Si sigues mis instrucciones, seguro que haces frente a tus deudas.

Ramón: Sí, claro, ya lo había pensado.

En realidad a Gorka no se le ha pasado por la cabeza ingresar en la cuenta corriente de Ramón ese millón de euros prometidos. Considera que con el discurso ha cumplido. Si Ramón al final necesitara ese dinero, Gorka le achacaría su despilfarro y el no haber sido fiel con su plan de ajuste. Gorka no tiene un millón de euros para regalar puesto que eso le pondría a él en la bancarrota y su mujer le echaría de casa a patadas. Gorka sólo pone sobre la mesa la cifra, de forma virtual, como apoyo psicológico.

La amistad tiene un límite.

1 comentario:

Interruptor dijo...

Pues si al final Ramón se ajusta al plan, no necesitará el medio millón y saldrá adelante con más o menos dificultades haciendo lo que debería haber hecho hace tiempo en lugar de vivir muy por encima de sus posibilidades.

Pero si Ramón es socialdemócrata, pensará que con cambiar el Porsche Cayenne por un Volvo XC90, poner la calefacción a 22º en lugar de a 25º y el aire acondicionado a 19º en vez de a 17º, ya será suficiente porque con la pasta que le va a dejar Gorka ya le da para tirar hasta que sus descendientes tengan que hacerse cargo de la casa, el coche y las deudas. Así que si Gorka no pone la pasta en al cuenta de Ramón, Ramón se va al garete sin remedio, y a lo mejor Gorka también porque ha hablado en alto y todo el bar es testigo de que se ha ofrecido como aval, así que hora puede ser denunciado por no cumplir un contrato verbal.

La mujer y los hijos de Gorka deberían echar de casa a su padre a patadas en el trasero antes de que su bocaza les traiga más problemas, y los de Ramón deberían haberlo hecho ya hace tiempo.