martes, 8 de junio de 2010

83º paso en el búnker




Lo he estado pensando: mi decisión de refugiarme en un búnker quizá sea egoísta, insolidaria, falsaria y fatalista. Pero he tirado la toalla, no me fío de gente que pone en manos de sus más ineptos representantes las riendas del futuro. No me fío de los que niegan la realidad porque ellos viven del cuento. No me fío de la tentación autocompasiva que les impulsa. Como los protagonistas del libro “la carretera” aspiro a la supervivencia, no porque merezca la pena este mundo en su versión post apocalíptica, sino por escribir la crónica del día después.

3 comentarios:

Interruptor dijo...

Yo quiero estar aquí para leer esa crónica.

Mi pregunta es: ¿no estaremos ya en “el día después” y aún no lo sabemos?

Luis Amézaga dijo...

Estamos en el fin del principio. Aún nos queda por ver los efectos de lo que se ha ido incubando.

Javier dijo...

La supervivencia es innata del ser humano por el mero hecho de existir.
Y sólo puede darse mediante la lucha contra las circunstancias, las zancadillas, la sociedad...