sábado, 19 de marzo de 2022

La danza del espacio infinito -93

 


Le han matado a una hija; el consuelo de los hombres no le llega para sobrevivir. Declara en televisión que si en su fuero interno, con toda su inteligencia, tuviera la absoluta convicción de que Dios no existe, él seguiría creyendo en El. Lo manifiesta, no le queda otra. ¡Y yo que me consideraba una persona creyente! Joder, menudo meneo me acaba de dar este señor. Cuando se toca fondo sólo se puede mirar hacia arriba, por encima de las cabezas. El gran tema de un escritor es él mismo y su gran esfuerzo va encaminado a negarlo. Un escritor busca pistas que le sirvan para destaparse, con las que volver al paraíso que intuye escondido entre sus neuronas. Por qué los seres endiosados no creen en Dios: por competencia, por celos, por estulticia. Las razones golpean los clavos en las muñecas. El error más importante del iniciado es querer a Dios para él solo, como una posesión ganada a pulso del amor. Cuando es un ser sensitivo quien trata del amor, la corrupción del mismo es casi inevitable. Y si Dios es el Padre, el incesto está casi asegurado. Los iniciados tienen más peligro que una mina oculta en medio del parque. Por eso es conveniente que pronto el iniciado conozca la noche oscura, el desierto, la sequedad de los sentidos. El enlace entre distintos debe ser limitado y con condiciones. Si pretendes hacer trampa para colarte en sus aposentos, te quedarás con el picaporte en la mano y la cara deformada por la desfachatez.

 


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