martes, 16 de enero de 2024

El zumbido del que subyace-61

 


La personalidad consume mucha energía impropia en mantenerse brillante, ya que no es autoluminosa. Cuanto menos personalidad, más presencia. Cuanto menos afán por parte del personaje biográfico, más pujanza de la vida. Imagina que la personalidad es ese instrumento que rompe el equilibrio de la orquesta porque se siente con ganas de hacerse oír y convierte la armonía en ruido. El que se aburre consigo mismo, el que no tiene suficiente con uno mismo, busca construirse una personalidad para salir al mundo. Un papel que le ayuda a ganarse un sitio en la sátira.


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