viernes, 21 de junio de 2024

Despertar.

 


Mirando el cuerpo de su mujer sumido en el Alzheimer, declaró que allí no había nadie. Y era cierto. También lo es decir que allí nunca hubo nadie, y que aquí tampoco hay nadie. Eso es el despertar del sueño. Puede, aparentemente, durar más o menos, pero el sueño se acaba. Solo hay existencia, todo es existencia pura y dura. No hay nadie experimentando la existencia. Creer en un alguien experimentando la existencia es como creer que mientras el cuerpo duerme estás en Australia volando encima de un canguro y un segundo después discutiendo sobre si la puerta de la catedral de Burgos se haya cerrada o no. Durante el sueño te parecerá muy real todo eso, pero al despertar esas imágenes mentales perderán peso y se esfumarán.


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