miércoles, 25 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -143

 


Voy a hacer un ejercicio de caos simulado: Los mejores futurólogos saben mucho de Historia. Cuántas horas dormía la gente cuando no había luz eléctrica. ¿Los pájaros enjaulados cantan o piden auxilio? En la democracia valorativa el que haga méritos podrá votar dos veces. Por qué al tiempo que se ha reducido la pobreza extrema en el mundo ha aumentado la demagogia extrema hacia la riqueza. Somos una especie para quien las evidencias no son disuasorias a la hora de discutir. Lo que hoy da sentido a tu vida, mañana dejará de tener sentido. Duda de los sentidos. Si escribes dos o más autobiografías, aún no sabes de quién estás hablando. Cuando los políticos son okupas con vocación de servirse del bien público, el ciudadano cornudo se retrae dentro de su concha y el dinero deja de fluir. Los coches, como tanques, aúpan a sus conductores por encima del común de los mortales circulantes. Para conseguir esa sensación están dispuestos a pagar un dineral. Pagamos por lo que pueda pasar. El negocio de los seguros es la radiografía del miedo. El sexo anal no está pensado para erecciones medias. Antes llega la doblez que la penetración. Conozco vanguardistas e innovadores que lo son por miedo a no dar la talla con lo hasta ahora conocido.


martes, 24 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -142

 


Si pintas como ves, si escribes como imaginas, es que no se desvía energía ni se solapan matices entre la mente y la mano. Eso es imposible. El roce, la resistencia, las costumbres, los prejuicios, las emociones tornadizas se alían para trampear la autenticidad de la creación. A veces hay sorpresas y la forma da una alegría no buscada. Por eso el artista duda de sí mismo, duda de ser el elegido. Hace bien en dudar. El contrato entre el arte y el artista es temporal. El arte anhela la inmortalidad a costa de la finitud del artista. Los excesos ensanchan la mente y la encogen, la liberan y la esclavizan. Los excesos son tan necesarios para el artista como la continencia para el notario. El caos de la libertad domina el estudio, el escritorio, los pinceles, las teclas. El pintor cojea en busca de putas en el barrio rojo. El escritor parlotea solo en la esquina de un bar que cerró a medianoche. La copa sigue llena. Si te pones una pajarita - no seas sexista - ponte también un pajarito. El pintor y el escritor se encuentran dando bandazos por la noche. No se reconocen, pero se atraen. Juntos, por entretener al diablo, planean un doble crimen. Sus cadáveres aparecieron a la mañana siguiente en un descampado, con las lenguas fuera y las pollas en la mano.


domingo, 22 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -141

 


Hay científicos que buscan reponer tejidos y atacar el envejecimiento para que en algún siglo futuro podamos vivir mil años. De momento, nos toca ir de médico en médico tapando goteras de un cuerpo que hace aguas y que ve un milagro la supervivencia con 100. Aunque vivamos un millar de años, seguiremos preguntándonos por qué y para qué. No creo en la evolución en línea recta. Muchas veces es necesario retroceder o estancarse antes de dar el siguiente paso, tan inaudito y desconcertante como una historia sin protagonista. 


jueves, 19 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -140

 


El lenguaje construye mundos. Si el lenguaje se empobrece o se esposa a conveniencias políticas o de masas, los mundos creados también se depauperan. Y con ello perdemos todos: habitantes de habla tóxica, medrosos usuarios de lengua pastosa. Acabamos siendo seres oscuros para nosotros mismos porque las palabras que usamos no expresan lo que pensamos o sentimos. Imagínate un cirujano que mete el bisturí por la zona, así, a bulto, a ver qué pasa. Ser precisos con las palabras es una muestra de amor hacia la realidad, tan desestimada. Empecemos a reconocer que los asesinatos no tienen género o buscaremos culpables donde no los hay. ¿O se trata de eso? Las lecturas que fuimos son las relecturas que somos, corregidas por la sabiduría de quien ha cometido errores suficientes para saber que la perfección sólo se fija en los aciertos intuitivos. Al final, quizá escribamos algo que alcance a ser leído por alguien, un lector que busque un trampolín hacia los clásicos; esto es, hacia sí mismo, hacia su propio lenguaje.


martes, 17 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -139

 


Le han matado a una hija y declara que la pena le empuja a echarse a morir en un rincón, que es la rabia y el odio los que le animan a levantarse cada mañana. Sí, somos humanos, tampoco hay que esperar demasiados gestos heroicos. La venganza es un plan organizativo tan satisfactorio que puedes entregar el resto de tus días a darle salida. Se sabe en qué consiste la teoría del perdón, tan hermosa como inviable en la práctica. Hay mucha casuística aclaratoria al respecto. Apilamos cuestiones sin resolver en el ajetreo cotidiano hasta que llega un hecho que por su fuerza determina el futuro con escaso margen para la improvisación. Tu razón de ser no la conoces, pero se te aclara de repente cuál es tu razón de estar. No son sinónimos esos verbos, ni mucho menos. La justicia consiste en dejar a todos insatisfechos por igual. La venganza es más necesaria que justa. La venganza necesita de muchos ensayos hasta que sale bien. El vengador observa a su objetivo, desde lejos lo matiza con la mirada, llega a conocerlo perfectamente para golpear donde en verdad duele, para explicarle con hechos el principio de "acción-reacción" de Newton. El vengador es un docente que ejerce fuera del aula. El objetivo no debe morir, no sería vengativo; debe sufrir. Para ello hay que arrebatarle lo que más quiere, aquello por lo que daría su vida. Hay que actuar cuando el objetivo ha empezado a notar el efecto sedante del olvido.


lunes, 16 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -138

 


Los contornos, las texturas, su relación con los números es voluptuosa. Formas y paisajes antes que el mero cálculo. Todos los sentidos aportan su poder para identificar un dígito. Su cerebro es un cajón numérico. El cerebro es cambiante, pero si se pasa en la transformación, el resto de la sociedad lo marginará por insólito e incómodamente singular. Difícil es la tarea de encender y apagar el interruptor que le asemeja al resto de sus congéneres. Pero si quiere protegerse de las miradas, que por ignorantes se vuelven peligrosas, habrá de alcanzar esta habilidad. Por otra parte, si se pasa en equipararse al resto, puede que pierda la capacidad, que la olvide, que acabe por despreciarla. Y así volver a ser "normal" como sinónimo de vulgar e irreal. El universo inextricable no lo quiera.


domingo, 15 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -137

 


Iba a escribir un libro sobre las agitaciones diarias de una vagabunda, pero he pensado que los lectores que se pudieran sentir identificados con ella, no tendrían dinero para comprar un ejemplar. Así que he virado el argumento hacia una mujer en posición acomodada, que por diferentes circunstancias adversas de la vida, ha acabado vagabundeando por las calles. Pero me he dado cuenta de que los adinerados no quieren leer sobre un augurio cenizo, ni imaginarse desposeídos de su fortuna. Tampoco vendería ni un ejemplar. Así que le he dado otra vuelta; por qué no escribir sobre una vagabunda que tocada por la varita de la fortuna abandona sus cartones y sus perros callejeros y se asienta entre la clase alta de la sociedad. Pero he pensado que los que podrían comprar ese libro tampoco les gustaría ver cómo su cortijo de privilegios puede ser asaltado por cualquier trepa de la buena suerte. No se sienten a gusto con los advenedizos. Así que no voy a escribir sobre vagabundas. Lo que vende es el estilo de vida de las Kardashian, sobre todo entre los más necesitados. Por qué arriesgar.  


viernes, 13 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -136

 


Conozco una pareja que aspira al amor heroico. Para conquistarlo necesitan que las personas de su entorno, de forma unánime, les recomienden una separación a tiempo, porque se ve a la legua que tienen un vínculo emocional tóxico y destructivo con consecuencias probablemente dramáticas. Ellos quizá también lo saben, pero caminan juntos hacia el precipicio, hacen de esa inmolación un acto grandioso. Les gusta pensar que nadie los entiende, como si la ceguera pasional fuera ajena a los ojos de los demás. Aparecerán en los medios de comunicación sólo como violencia de género, cuando es violencia del género imbécil. Tienen un acuerdo tácito de acabar en tragedia. Se creen diferentes por la falta de lecturas. Son de esos que cuando les ocurre algo por primera vez, piensan que es la primera vez que ocurre. Son amantes de las escenas en público, de causar vergüenza ajena, de escupirse y luego lamerse el escupitajo, de pegarse y a continuación hacer piña frente a quienes pretenden evitar los daños. Se hieren, se arrepienten, lloran, follan y descansan un poco antes de seguir hiriéndose. Lo llaman amor y el amor no se da por aludido. Cerca de mi casa han abierto una chocolatería que se llama "El cielo en la Tierra". A esta pareja le han prohibido la entrada.


jueves, 12 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -135

 


Coincidieron en un concurso de belleza. El requesón llegó a las finales, la tortuga fue descalificada por hacerse pasar por un requesón. Este desagradable incidente no desairó la incipiente amistad entre ambos. Quedaron para pasar juntos las vacaciones en una casa rural donde hacían descuentos a productos locales y especies autóctonas. La tortuga llegó tarde. Le escribió un mensaje al requesón disculpándose: <<Siento haberme retrasado, cuando llegué, te habías ido>>. El requesón le contestó: <<Siento no haberte esperado, me estaba poniendo malo al sol>>. Se dieron cuenta que a pesar de la simpatía que se profesaban, había incompatibilidades de naturaleza. El requesón empezó a hablar mal de la tortuga entre sus conocidos de vista. Decía de ella que era una arrugada carcamal. Y la tortuga iba corriendo la voz entre las piedras de que el requesón era un agrio. Un nefasto día coincidieron en un concierto de música electrónica en un descampado a las afueras de Soria. Después de beber y bailar juntos, la tortuga se comió al requesón. Empezó a tener fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, y diarrea acuosa. Murió de disentería. Los enterraron juntos, a él dentro de ella. 


miércoles, 11 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -134

 


La democracia permite que mi opinión sobre mecánica cuántica tenga el mismo valor que la de Schrödinger, Heisenberg o Von Neumann. ¿Es un desatino? Quizá, pero... ¿por qué voy a renunciar al privilegio que la democracia me concede de equipararme a esas eminencias con escaso esfuerzo y nulo mérito por mi parte? Todos somos iguales; toda opinión cuenta, es clasista solicitarme obligaciones para estar a la altura de los derechos que me corresponden. Vivo en la mejor época de la historia para rascarme los huevos y solicitar mi parte del pastel.


martes, 10 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -133

 


Después de un largo período de tensión nerviosa y estrés emocional, las soluciones se escabullen. Aunque detengas la máquina y medites cinco horas diarias encaramado a una loma, la mente no permite encontrar la serenidad. La cuerda, más que tensionada, se ha roto. Se imposibilita la claridad si no viene acompañada de un milagro. Los milagros no se compran, no se consiguen bajo imperiosa solicitud, no llegan gracias a ningún mérito, no se recogen en los libros por ser una excepcionalidad estadística e inexplicable. Los milagros ocurren y nadie sabe cómo han sido, los milagros son tan inusuales que cuando te topas con uno no lo reconoces. A los milagros se les mete prisa porque la situación es extrema y urgente; pero los milagros son cautos, pausados, sorpresivos, extravagantes. Cuando algo se ha roto por dentro, no puede arreglarse a sí mismo. Necesita un instrumento externo que intervenga, actuando sin que su mente esté avisada para que no obstaculice la operación. El error está en pedir un milagro. Cuando se pide un milagro se idea la forma en que éste debe producirse. No hay mejor forma de espantarlo. Estaba pensando en el difunto DJ Avicii. Estaba pensando en mi amigo de la infancia Alberto, que se olvidó ponerse las alas al saltar desde la terraza del noveno piso donde habíamos compartido las primeras y últimas caladas de un cigarro con extra de sabor.


lunes, 9 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -132

 


 Era una de esas mañanas que pisaba con firmeza, con la seguridad de que combinan bien los zapatos con la chaqueta, de que el pasado no volverá con su carga descompensada. Salió a la calle sabiendo dónde iba, a diferencia de otras ocasiones que caminaba sin rumbo, solo por no estar quieto. Los que se detienen son un blanco fácil para la maldad del ocioso, solía decir.

            Miraba a los ojos a los viandantes y se prestaba en silencio a ayudarlos si lo requerían. Había pasado de dependiente a cuidador. El día salió redondo. Un hombre se realiza cuando los imprevistos le favorecen, así actúa la Gracia. A última hora de la tarde llegó a casa, satisfecho. Cuando se iba a preparar una copa antes de la cena, sonó el teléfono. Lo cogió con ganas de hablar. Al otro lado, una voz muy querida le recordó quién era, y los dolores difusos por todo el cuerpo regresaron para quedarse.


sábado, 7 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -131

 


No le salen los números y dios no termina de proveer. Se pregunta dónde elevar instancia. Las cosas del espíritu no pueden ser atendidas con el empeño que merecen si el cuerpo — habitáculo de mantenimiento continuo y apremiante — chilla, se remueve y centra sobre sí la atención de mil ojos. El exilio es costoso de mantener. Este mundo localiza a los topos y les hace la vida imposible. El dinero le huye como si supiera que le será infiel. Las horas se vuelven groseras cuando la supervivencia es su objetivo único. Menos mal que escribir es barato y no está sometido a tasas municipales. El estado de bienestar le está dejando un hondo malestar a mi amigo inventar de frases.


viernes, 6 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -130

 


Tengo un conocido a quien ladran los perros, incluso los más tranquilos. Y eso le preocupa. Me voy a tener que hacer la cirugía estética. Es cierto que tiene una cara rompeolas, pero no es motivo suficiente. Como consuelo, le digo algo sabido: los perros de ciudad hace tiempo que perdieron el instinto canino, solo son estúpidas marionetas subordinadas al capricho y tara emocional de sus dueños. Un perro en un piso de 60 metros cuadrados, sin un cometido claro, sobado por toda la familia y alimentado por encima de su desgaste físico, se convierte en una criatura infame. Están capados, vacunados, amordazados. Viendo cómo sus dueños se agachan a recoger las caquitas, se vienen arriba. Lo extraño es que no ladren a las farolas hasta que salgan disparadas como cohetes hacia la luna.


jueves, 5 de mayo de 2022

La danza del espacio infinito -129

 


Su plan de vida está soportado por un eje central: la aparición redentora del milagro. Sí, no parece una base muy sólida y es despreciable desde el punto de vista estadístico. Pero es lo que hay. Las consecuencias lógicas y racionales del comportamiento y transcurso de su existencia abocan a un desenlace de marginalidad. Así que no tiene otra opción que creer en el milagro. Alguien le aconsejará que cambie el comportamiento y la actitud. No es una opción. Nadie cambia, al menos a mejor, si no ocurre un milagro.