Quitar el cheque bebé es la primera medida coherente de este gobierno. No se puede estar alentando el aborto por un lado y pagando paridas por otro (exceptuando las de ministros, ministras y ministres).
Recortes en la ley de dependencia. De eso nada. Aquí la gente cada vez es más dependiente, y gracias a la ley. Bien lo saben los socialistas.
Congelación de las pensiones. Y congelación de los pensionistas, añadiría yo. Total, los viejos están acostumbrados a vivir con apuros económicos. Les das trescientos euros y son capaces de ahorrarte cincuenta. Un desastre para el consumo. Así que leña al mono que tiene artrosis.
Recorte en el sueldo de los funcionarios. Esta medida está tomada con mucha idea. Si se les ocurre hacer huelga, el Estado encima se ahorra el salario de la jornada reivindicativa. Pero no caerá esa breva, lo lógico es que una vez asumida la disminución de sus ingresos, no quieran empeorar el asunto y la nómina. Además, el presi cuenta con la antipatía que levantan en el resto de la población, que por costumbre e ignorancia envidiamos a los funcionarios. Así la presión les será insoportable llamándolos insolidarios, y si a ello añadimos que ha logrado desactivar a los sindicatos para los próximos ochenta años, pues le sale un ramillete de recortes perfecto. Luego dicen que improvisa.
¡presidente! ¡presidente! ¡presidente!
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