He oído una conversación en la calle. Dos jóvenes hablaban de que Elon Musk, el jefe de la compañía SpaceX, quiere enviar una expedición con cien personas a Marte. La idea es que cuanto más lejos vayamos, más cerca estaremos del saber. Conocer al extraño es una forma de conocernos a nosotros mismos. Mirarnos desde fuera. Hemos llegado a identificarnos con el planeta Tierra solo porque es el lugar desde el que miramos. La posición nos crea el espejismo de que estamos quietos en un universo que no se detiene. La velocidad del hámster en la rueda no lleva a ninguna parte. No permitas que te conviertan en insignificante. Tu pequeñez es tan grandiosa como la mayor de las extensiones siderales. No te dejes seducir por la megalomanía de quien, acomplejado, pretende ser a costa de aminorar al prójimo. Las bajas pasiones no tienen nada de malo, pero si tu construcción son solo los cimientos no hay morada ni monumento a admirar. No podrás contemplar desde las ventanas más altas los paisajes más regios. Te quedarás a ras de suelo. Marte está cerca, demasiado. Tú puedes volar más lejos, vivir más grande, ver más hondo. Estás hecho del material de lo eterno. Cierra los ojos. Pruébalo.
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