Puesto que somos una especie de individuos solidarios, se buscan cuerpos que carguen con mis dolores, mentes que lidien con mis idioteces y almas que acarreen con mis ponzoñas. Que el chivo expiatorio pague mis deudas. El sexo es la droga de los pobres. Sería pasable si al menos tuvieran dinero para profilácticos. Conociendo al personal, tanto amor a los animales de compañía acabará por aumentar el número de casos de zoofilia. El gusto inapropiado por las impúberes ha venido alimentado por mujeres que dejan la zona del placer depilada hasta la confusión. Algo de vello es necesario para mantener el sexo en su concepción adulta. Y algo de grasa, también. Los neurotransmisores son señores muy pequeñitos que nos controlan desde dentro, a su merced, con displicencia y sin un guión determinado. Para embaucarlos es necesario un prolijo conocimiento sobre las sustancias químicas y sus dosis ideales. Lea las instrucciones y consulte con su camello. La satisfacción sexual no siempre va de la mano con el placer. En ocasiones, busca destruir la creación, manchar la virtud, corromper la inocencia o dar condición mortal al orgasmo.
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