viernes, 14 de enero de 2022

La danza del espacio infinito -39

 


— ¿Qué tal todo?

— Estamos pasando una mala racha, ahora mismo tenemos al hijo mayor ingresado con neumonía y...

— Bueno, tengo prisa, que sigáis así de bien.

             Cuando no escuchamos, las buenas maneras son groseras, la confusión salpimienta las relaciones humanas. Hablamos para nosotros mismos, pensamos en qué decir mientras hacemos como que atendemos al otro, nos quitamos de encima al prójimo hasta que le necesitamos y usamos para luego desechar. Puede ser hiriente y desalentadora la convivencia cuando las personas sospechan que el universo es injusto con ellas. Sin unos requisitos mínimos de fortuna, no se te ocurra vivir, ahí fuera sale siempre cruz.

             Las noches están llenas de gente que vuelve sola a casa conociéndose un poco mejor, pero nunca lo suficiente. 

             Antes de la desolación está la posibilidad del crimen, una acción donde la empatía debe ser abandonada para exigir atención a través del miedo. La sociología moderna te perdonará, dirá que es culpa de un entorno hostil y agresivo. Aprovéchate de los buenistas y de los bonistas. Que te aproveche.

             Los motivos del crimen en ocasiones son contradictorios, difusos, irracionales; los medios estuvieron ahí como si alguien manejara la escena y la forma de ejecución ya depende de la creatividad personal. Pero otras veces sólo es una pulsión, destructiva o autodestructiva. Y punto. En este caso, punto final.


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