lunes, 11 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -160

Cuando se agota la inspiración, el hecho de escribir exige voluntad, aunque creo que ha de ser una voluntad inspirada; pues escribir es un acto absurdo que trata de dar un sentido novedoso al absurdo que nos rodea. Cuando cambie el eje de rotación de la Tierra y el proyecto humano tal y como lo conocemos caduque, el escritor seguirá contando historias. Porque eso somos, contadores de historias, hacemos un relato de todo y creamos lo que nos rodea al contarlo. Somos tan sensibles a los cambios en el campo magnético de la Tierra que los poderes de los superhéroes de la Marvel se ven afectados. Hasta nuestros intestinos se vuelven caprichosos a la hora de evacuar. El Sol no atiende a esos cambios de nuestro planeta y su actividad puede hacernos daño con sus caricias tormentosas. Los rayos cósmicos son besos que matan. El campo magnético es la crema de protección solar que nos pone morenos sin quemarnos. Con estas cosas los animales se desorientan y no saben si volar o nadar, si ir o venir. Escribir desde el final de la historia hacia el principio. Porque llegará el tiempo en que el lector querrá saber cómo empezó todo, ya que el final ya lo conoce.

 


 

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