miércoles, 13 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -161


Todas las especies acaban extinguiéndose. La humana no será una excepción, por engreída que sea. El reciclaje máximo. Hemos pensado que la evolución acaba en nosotros. Qué papanatas. Pensar se nos da bien, quizá demasiado. Sentir se nos da peor. Cuanto mayor es el consumo de antidepresivos, más aumentan los casos de depresión grave. Algunos viven con ella de forma crónica, escondiéndose del terror y de la ansiedad que se revisten de mil formas distintas. El paciente de melancolía sufre una tormenta devastadora en su cerebro de la cual no tiene manera de guarecerse. Unas nubes borrascosas se instalan en su frente incapacitándole para actividades comunes, relaciones sociales o pensamientos constructivos. Una tormenta de rayos, agua, pedrisco, vientos huracanados y desolación. A veces llega la calma el tiempo suficiente para que te parapetes ante la siguiente acometida. El desequilibrio químico, emocional y racional convierten al individuo en un pelele que solo ve salidas drásticas como la de muerto el perro se acabó la rabia. Mi consejo es no luchar, mejor adentrarse en el epicentro de la tormenta y solazarse lo más posible en él. Sí, mostrarle que estás dispuesto a aceptar la locura como estado interior y permanente. A veces el bicho huye ante semejante osadía. Las luchas por mantener el estatus anterior se pierden todas. El alcohol desmedido, el sexo compulsivo, las actitudes depravadas, infligirse dolor físico, el exceso como arma arrojadiza, pueden hacerte recobrar durante tiempo limitado un relativo estado de adormecimiento, Pero el bicho está ahí: acurrucado, engordando, acechando para volver con más fuerza. Ante el dolor de la mente, ir de frente dispuesto a morir en el choque, como si te sintieras cómodo en él, sin rechazarlo, respirando sereno, rendido. Repito, a veces el bicho huye. Y si no lo hace, al menos has tocado fondo. Ya está. Se acabó el descenso interminable a los infiernos. El espíritu puede volar en cualquier circunstancia, incluso en la cadena perpetua de la noche oscura. Que nadie te ame, no impide que tú puedas amar.

 


 

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