jueves, 3 de agosto de 2023

El zumbido del que subyace-6

 


El monje en su celda y el asesino en serie de ancianas están, ambos, a un solo paso de la comprensión de sí. El mismo paso: ni más grande ni más pequeño, el paso de darse cuenta de lo que es. Aquel de los dos que esté satisfecho con su vida y orgulloso de sí, es probable que tenga más difícil dar ese paso. Pero solo es un paso. Un paso hacia atrás, no hacia adelante. Un paso donde dejas de ser el actor de las acciones y observas el ilusionismo del personaje. La personalidad puede derrumbarse por un shock emocional, una enfermedad corrosiva, una pérdida traumática, un accidente grave, una crisis mental. Con el derrumbe de la personalidad descubres lo que no eres, puesto que a pesar de su hundimiento sigues ahí, intacto. Retira los escombros, y por favor te lo pido, te lo suplico, no empieces de nuevo a construir otra personalidad; date un descanso, ya sabemos que eres un gran constructor de personajes que acaban colapsando, así que detén tu afán edificante y tómate unas semanas libres. Retira todos los desechos y túmbate al sol que no ilumina ningún paisaje, a disfrutar de la espaciosidad del vacío, a respirar su aire infinito. No busques que ocurra nada, no esperes nada. Por el amor de dios, no hagas nada, simplemente estate ahí, en esa espaciosidad que se asemeja al sueño profundo. Descansa. No esperes que sea sencillo, porque tu mente se resistirá a darte vacaciones, te pinchará el culo para que te levantes y empieces cuanto antes a erigir otra personalidad, te urgirá con el supuesto mundo exterior que te llama y que si estás tumbado, te comerá como un ogro. No caigas en el miedo que se vende. Tampoco luches, no te resistas; eso le encanta. No abandones tu espacio sin forma. Sigue ahí respirando aire puro. Muévete con el cuerpo y respira desde tu estancia secreta: en el ascensor, en el cine, a la hora del bocadillo, en el trabajo, entre rezo y rezo en el convento, entre asesinato y asesinato de ancianas. Estás a un solo paso.


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