— ¿Por qué parece tan real el mundo exterior?
— Porque tú estás en él. Tú eres real, y cuando diriges la atención a un punto lo revistes automáticamente de una pátina de realidad. Deja de prestar atención a ese mundo exterior y se diluirá por sí solo como un azucarillo. Cada noche, en el sueño profundo, practicas esa dejación.
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