martes, 27 de febrero de 2024

El zumbido del que subyace-71

 


Pensamos que la compasión es algo connatural a una buena persona. No lo es. Una buena persona es solo una buena persona. No posee ninguna condición diferente respecto a lo que calificamos como mala persona. La compasión nada tiene que ver con los buenos sentimientos, ni con la filantropía, ni con una actitud moral. La compasión no puede surgir de la persona, sino de lo impersonal. La compasión es no confundirse con lo falso, con la pasión; es abrir espacio a lo real, reconocer al ser aunque la persona se empeñe en amordazarse en sus condicionamientos de tiempo, espacio, memoria e historia melodramática.  


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