sábado, 24 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -195

 


Dan lástima esos abuelos deseando que acabe el verano, acorralados por niños salvajes y dependientes, incapaces de jugar por su cuenta, endosados por unos hijos que buscan aire libre lejos del papel paternal que hoy exige un máster para estar a la altura de los pedagogos modernos. El verano no es para viejos. Los viejos no son bicicletas, son mulas de carga. Los viejos de hoy son la base de la pirámide. Y la pirámide es el símbolo de la esclavitud para mayor honra del faraón. En nombre del amor y de la familia se cometen abusos que pasan inadvertidos para el código civil. El amor da intensidad y sentido o se vuelve un sinsentido atronador. De qué depende. De la reciprocidad. Los abuelos no pueden quejarse, saben que están a punto de entrar en declive físico y necesitarán ayuda. No pueden dinamitar ese puente, aunque luego descubran que es un puente que revienta solo. Los abuelos no aman, calculan; y no les salen las cuentas porque los hijos han calculado antes y mejor. Ay... el amor.


martes, 20 de septiembre de 2022

On-Off

 


Todo ser vivo posee una funcionalidad (forma de percibir y de interactuar). La distorsión en la funcionalidad del ser humano se produce cuando concibe ésta como personalidad individual, cuando la eleva en su imaginario a identidad separada, lo que lleva inevitablemente al roce y conflicto con otras formas. Si esta distorsión es generalizada, estamos ante un peligro real de extinción de la especie.


La danza del espacio infinito -194



 Una larga hilera de tractores - tanques de agricultor - se forma a las puertas de la cooperativa. La hora de la recogida de la uva es el suspiro a un año aguantando la respiración. En el campo impera la dictadura del tiempo, a diferencia de la polis donde rige la democracia fetén (ten fe). Los montes son los tatuadores con dudoso pulso del horizonte. Pertenecemos al sector primario y es que ya no estamos para sutilezas ni complejidades dialécticas.



sábado, 17 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -193

 


Ha pasado la mañana recolectando nueces en los nogales que plantaron sus antepasados pensando en durar más tiempo que ellos, en lo que se conoce como el camino de la chopera. Los pies le han llevado tan lejos que a poco no regresa. Los que no conocen bien el campo ignoran sus señales hasta que es demasiado tarde. Una nube ceñuda le ha caído de repente sobre la cabeza. Su reacción ha sido ir en busca de la carretera. El asfalto le da seguridad. Cuando la naturaleza se enfada, los árboles no son un refugio seguro. En pocos minutos parecía noche cerrada y su figura chorreante provocaba en los conductores más precaución que compasión. Al llegar a casa ya no llovía y el cielo volvía a ser el mismo. Una maldita broma.


jueves, 15 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -192

 


La red de tuberías es un colador. Vamos a la fuente con cubos. El afilador es una pesadilla de Hitchcock. Las jarras de cerveza son más grandes de lo que te esperas. Estuvimos revolviendo en los archivos municipales en busca de un hijo ilustre al que levantar una estatua a caballo, en bronce, y ponerle su nombre a una plaza. No lo encontramos. Vivimos sumidos en una disputa con el destino sin brillo. Dios nos tenga en su gloria. Nadie quiere hacerse cargo del pregón de fiestas, es más un engorro que un honor. Aquí nos gusta hacer dinero aunque somos muy vulgares gastándolo. Aquí hay buenos y malos, como en todas partes, pero aquí nos conocemos por nombre y apellido.


martes, 13 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -191

 


El aldeano me hace una confidencia nacida de sus observaciones. <<Fíjese cómo los forasteros caminan muy seguros de sí mismos por el pueblo. ¿Sabe a qué se debe esa arrogancia inconsciente? Tienen presente que pronto se marcharán. Si fueran a quedarse aquí en los meses de invierno, donde el futuro es ficción sin ciencia, caminarían con los hombros caídos y arrastrando los pies. Como yo, vamos...>>


domingo, 11 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -190

 


A los mosquitos les gusta mi sangre y los gusanos guiñan el ojo a mis carnes. La casquería del amor. Evacuar y reponer, en eso echamos los días. Lo inmutable pierde un minuto en darme a entender que en él cabe sin paradoja alguna todo lo que muda y muta. Y respiro en paz como si entendiera. Que no, pero es una ignorancia formada y conformada. Hola, hola, un blanco rioja o rueda, da igual—. El aldeano me cuenta que se irá de vacaciones a una casa rural. ¡Un aldeano de vacaciones a una casa rural!, repito en mi cabeza y de un trago apuro el blanco, rioja o rueda, da igual.


miércoles, 7 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -189

 


Los peces vienen hasta aquí en un camión frigorífico. El pescadero toca el claxon por las calles del pueblo metiéndote el agua salada por los oídos. He salido a comprarle una dorada y una rodaja de atún. He cogido también el pan de primera hornada y el periódico con noticias revenidas. Un café, eso que no falte ni cambie. Dos, mejor. El día se ha prolongado hasta el agotamiento entre griteríos de piscina, conversaciones sin prisa, cervezas y tapitas. El calor ha hecho daño en las horas centrales, como un defensa de fútbol americano en pleno placaje. El mes de Septiembre aprieta sobre este pueblo de interior con una faja de espinas acrisolando su cintura sangrante, con la garnacha a punto de maduración.


viernes, 2 de septiembre de 2022

La danza del espacio infinito -188

 


La perfección parece imperfecta. El movimiento parece ocioso. Las flores miran a las tomateras con desdén. Ellas sienten que si fueran útiles, serían grotescas como tomates mofletudos. En la naturaleza hay clases. El río pasa revista a sus orillas. Las frases del deseo se desactivan con los hechos consumados. En la ciudad se vive de implantes, de cielos minúsculos y de igualitarismo en la nada. En el campo, la ética es la estética. Los olivos no saben nada sobre las ofertas de aceite en el supermercado. Por quién dobla las alas el estornino...


sábado, 27 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -187

 


Cuando las aceras están vacías no busques tesoros, nadie los ha podido perder. Cuando un hombre busca en las aceras vacías busca el vacío. Pero como el vacío no se puede encontrar, acaba encontrándose a sí mismo. Mal asunto, porque él lo que buscaba era el vacío. La paradoja le provoca tensión muscular, durezas en los tendones, molestias en la cabeza, latigazos de vidrio en las piernas, sequedad en la boca, irritación en los ojos, escozor en la orina, acidez en el estómago. Sólo cuando se vacía a sí mismo y las aceras se llenan de gente, los síntomas desaparecen.


viernes, 26 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -186

 


Sobre lo vivo dudan si está vivo. Fíjate en ello. Dime si eres vulnerable, si puedes ser amenazada por sus dudas. A tu alrededor muchos son los que buscan miramiento, buscan reivindicarse, señalarse, destacarse, ser a ojos de otros. Son tantos los que reclaman atención que si hicieras caso no podrías descansar ni por un instante. Así que baja la cabeza y alza la mirada hacia el ahora infinito. No llames la atención y pasa entre ellos como una sombra que deja un escalofrío en la espalda. No te dejes atrapar por sus continuas reclamaciones. No hay día que no llenen sus vidas de acontecimientos históricos, de esperanzas, de futuro, de anhelos que enferman porque nunca dejan lugar para la realización en el ahora infinito. Que no sepan que eres. Camina sin prisa y haz del camino una aventura. Evita que te necesiten. Esa atracción es una tela de araña que acumula cadáveres. Que no descubran que no los necesitas y aun así caminas entre ellos. Que no descubran que la clave está en las distancias: acercarse, alejarse, hacer la goma. La soledad es tu GPS en medio de la multitud. Cuando caiga tu túnica al suelo, que no encuentren cuerpo alguno. Sí, algunos abren caminos con tanta discreción que otros los transitan sin conocer quién fue el pionero. El júbilo de los descubridores no caduca.


miércoles, 24 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -185

 


La multitud no es nadie. No te pierdas en ella. Puede llevarte a engaño la falsa seguridad de verte acompañado. Sí, la mayoría puede equivocarse, suele equivocarse porque busca la facilidad del terreno llano. Las cosas no son como esperabas. Tu camino cuenta con tantas eses y salidas, que por miedo te ves tentado a seguir a la multitud. La libertad da más miedo que nada, por eso el personal se afilia a las reglas fijas y ordenadas. Estás solo y no pasa nada. Sé osado. No es grave si no consigues resultados tangibles. Lo habrás intentado, y eso es todo lo que se te puede exigir. El fracaso en el camino es tu camino. El éxito en el camino de los otros es tu perdición. Eres único, tu camino también. No te subas al carro en busca del calor humano. Exprime tu cerebro, escucha a tu cuerpo, abre la ventana a tu ser desnudo. No des nada por hecho. Arriesga y la categoría de ganar y perder dejará de tener sentido. Arriesgar es una opción, la tuya; una vez tomada, verás el carro de los otros partir hacia lo que piensan es la felicidad. No te importe verlo marchar sin ti. Ellos creen conocer, han cerrado el círculo, han llegado a su final. Tú no. Tú buscas. Tú caminas. Tú aprendes.  


martes, 23 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -184

 


Las pataletas del intelecto cuando ve peligrar su reinado son terribles. Solo los intelectos que han experimentado su nadería de forma intensa y reiterada, son capaces de abdicar y ponerse al servicio del rey primario. Quiero hablar de la intuición como de una enigmática dama que sabe más de lo que insinúa, que desvela con elegancia lo que permanece oculto. La intuición es el salto de la nada a la existencia, es el origen del universo, su big bang. El universo es una intuición, no un razonamiento con causa y efecto. En el universo hay lo que se conoce, lo que aún no se conoce pero conoceremos, y lo incognoscible. Intuye y no conocerás, pero entenderás. La intuición es superior al proceso del pensamiento; es espontánea, es creadora. El instinto es también superior al pensamiento. Respiras por instinto. Si tuvieras que pensarlo, ya estarías muerto. Con el instinto sobrevives. Con la intuición enriqueces la existencia. Con el pensamiento armas al mundo que te subyuga. Solo si el pensamiento acata su papel de siervo (muy listo, eso sí) puede ser útil.


domingo, 21 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -183

 


Cogí tus últimas frases, las mastiqué, las tragué. Tuve como efecto secundario una diarrea de pensamientos. Se me pasó la incomodidad y caí en un vacío nihilista. En ese vacío entró, no sé cómo, una comprensión. Y en ella no estaba ninguna de tus frases. Estabas tú. Los que ayer eran tus carceleros se han convertido en tus guardaespaldas. Lo que ayer te provocaba confusión, ahora te genera orden. Tus frases suenan distintas cuando las recito en voz alta. Tú eres distinta ahora que no escribes frases.


sábado, 20 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -182

 


Le gustaría erradicar los sentimientos de culpa, de miedo y de engaño que condicionan a los hijos del libre albedrío. La compasión es inevitable incluso para el peor de los hombres cuando ha sido liberado de sus innumerables cegueras, que pueden resumirse en una, pero ahora no es el momento. El peor de los hombres sabe que no es una cuestión de merecimiento el alcanzar la iluminación. A veces es solo una rendición por agotamiento. El peor de los hombres reconoce la gratuidad del cambio. Y quiere compartirlo con el resto porque la luz no debe ser encerrada en un cuarto oscuro. El peor de los hombres sabe que los demás son su salvación, y que ningún hombre tiene una buena excusa para negarse a su auténtica naturaleza. El peor de los hombres nunca juzga al otro porque eso le condenaría a sí mismo. El peor de los hombres es accesible, con las puertas de su casa abiertas, pero no manipulable. No hay treta o engaño que no haya manejado en su biografía. El peor de los hombres hace buenos a los demás.


viernes, 19 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -181

 


En medio de un maremoto de gran magnitud una desvencijada barca flota sin más dificultad, sin apenas notar los latigazos del agua. No hay conflicto en esta escena porque todo es posible en el Todo. Y si el observador cambia su punto de vista, lo que en realidad ocurre es que el mar está en calma absoluta, y aun así, la barca se agita con violencia. Pero sigue sin haber conflicto porque todo es posible en el Todo. Llueve luz sobre la barca y sobre el mar.


jueves, 18 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -180

 


Hay conocimientos que no se pueden transmitir por comunicación, aquellos que has adquirido sin que nadie te los transmita, aquellos que escapan a la formulación o a la norma fija, aquellos que llegan de la sabiduría de la comunión. Pero que si pretendes hacer el camino a la inversa y alcanzar la sabiduría a través de ellos, te perderás. La sabiduría no es un lugar, no es un estado, no es un privilegio, no es irreversible, no es algo acabado, no es un  fin. La sabiduría es inasible, inconquistable, es más que la suma de todos los conocimientos, es discreta, es paciente, es transformadora. La sabiduría llega y se va y nadie sabe cómo ha sido. La sabiduría cala el corazón y la mente de un hombre; y cuando este hombre se considera sabio, la sabiduría lo deja seco. Nadie con dos dedos de frente aspiraría a la sabiduría. La aspiración del hombre la repele. Nadie con dos dedos de frente rehuiría a la sabiduría cuando ésta lo alcanza. Ya he dicho demasiado. Los necios hablamos mucho porque nos fascina escuchar nuestra voz.


miércoles, 17 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -179

 


La locura se envisca a tu cerebro ante la anuencia de los dioses, solo interesados en quienes superan los test de estrés y no saben que los han superado. Con la locura amenazando no caben las soluciones, apenas vislumbras las salidas de escape. Es en la zona de fuga donde esperan los dioses con una sonrisa paternalista. Las revelaciones duran tan poco que deben repetirse para que te las creas. Después has de integrar la luz avistada en las sombras cotidianas. Como mezclar agua y aceite. Toca hacerse jirones por dentro. Pruebas y más pruebas. Ninguna salvada con éxito. Pero vas desapareciendo al asumir el presente infinito. No eres inmortal, eres inagotablemente mortal. Anoche, mientras copulabas con tu mujer, experimentaste una disociación. Tu cuerpo estaba debajo, el de ella encima del tuyo, y tú por encima de ambos, escéptico ante el acto amatorio, ante el ejercicio físico, presente como observador, sin llegar a ser un mirón, ajeno al placer, ajeno al sentimiento, ajeno a las artes amatorias. Unido a los amantes sin volcar en ellos juicios. Una vez rendido, una vez aceptado, una vez disuelto, vuelves dentro de tu cuerpo sin dejar de estar fuera. Hazle un favor al psiquiatra y no acudas a su consulta. Siempre te dará una respuesta aunque no entienda la pregunta. Hazle y hazte un favor, no pidas ayuda a quien no puede ayudarte. No estás loco, a no ser que quieras estarlo. Solo debes aceptar en ti lo que consideras que no es bueno, pues esas consideraciones son caducas. Si sabes asumir el dolor con la misma flema que el gozo, vivirás pleno incluso en el sueño más profundo. Estás despierto. Siempre.


martes, 16 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -178

 


La persistencia en la derrota es una cualidad volitiva a tener en cuenta. El "nada puede ir peor" ayuda a dormir, pues la previsión de catástrofes es de lo que se alimenta el insomnio. En Rubén las victorias son motivo de inquietud. Tiene miedo a acostumbrarse al viento de cara, cuando en realidad sabe que la llegada de la derrota es inevitable. Rubén apuesta por la opción que nunca ha ganado. Sus posibilidades de mejora son grandes. Apuesta por el potencial de una empresa, y cuando se cumple, se sale dejando el grueso de los beneficios a otros. Se conforma con discretas ganancias que le posibiliten volver a confiar en los perdedores. El final del deseo es el placer. El placer se agota a sí mismo con rapidez. Luego un breve período de calma y vuelta a empezar. El hámster corre en la rueda porque necesita del movimiento constante para hacerse la ilusión de que hace algo. Estar quieto te convierte en presa fácil. Estar quieto le parece que es cosa de muertos. La muerte, una liberación, al fin y al cabo. Sísifo fue condenado por los dioses a empujar perpetuamente un peñasco montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer hasta el valle y vuelta a empezar. Igual es la condena del hámster doméstico en su rueda. Rubén va al gimnasio por las tardes cuando deja de comprar y vender acciones en el mercado continuo. Ejercita su cuerpo porque su cuerpo guarda algo de salvaje que le exige quemar calorías, moverse, estar alerta. En nosotros: domésticos, domesticados, domesticables, domadores, el movimiento es artificial. Hace tiempo que no nos amenazan enemigos extraños. Nuestro insomnio viene dado por lo que somos capaces de hacer con nosotros mismos y porque intuimos que existen respuestas a preguntas que nadie nos ha hecho. Aún.


lunes, 15 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -177

 


El vagabundo Roncero, el hombre que se viste de Santa Claus por Navidad, el tipo que arrastra el esqueleto de un carro de la compra con enseres atados con cuerdas, se ha quedado petrificado ante un pájaro que sin mostrar incomodidad alguna se ha posado en su bota derecha (inapropiada para las altas temperaturas del verano). El vagabundo Roncero tiene su oficina en un banco del parque. Allí recauda sus limosnas. El pájaro lo ha debido ver tan inmóvil, tan fiable, que picotea su desgastado calzado con tranquilidad antes de levantar el vuelo a ramas inalcanzables para los hombres. El vagabundo Roncero me explicó en cierta ocasión que no se sentía un fracasado, que solo se le daba mal el juego de vivir, que no tenía habilidad para manejar el mando del videojuego, pero que se sentía bien consigo mismo, que su corazón y su mente se articulaban con la honestidad de alguien digno. También me reveló que le faltaba arranque para batirse con su espada en busca de provisiones en un mundo al que no había cogido el truco. <<Nunca -confesó-, he sabido darle al César lo que es del César>>. A veces huele a muela picada. A veces es un espectro que me recuerda que debo vender mi alma al mundo si no quiero acabar como él.