domingo, 14 de marzo de 2010

19º paso en el búnker



Después de la jodienda de anoche, con esa mujer que vino a recoger lo que era suyo, me entraron ganas de rezar en vez de fumar, de darle a la cópula entre lo tangible y lo intangible. Pero el rezo exige práctica y no supe hacia dónde dirigir mi silencio. Tuve miedo de hacerle daño a alguien en un ojo.

3 comentarios:

Interruptor dijo...

No se preocupe usted, D. Luis, por apuntar a un sitio o a otro, que la oración cuando te da en un ojo no hace daño, aclara la visión. Así que “dispare” usted sin miedo que Alguien escucha sus silencios.

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Me adhiero a lo que dice Interruptor, me ha leído el pensamiento. Dispare, que ojalá fueran así todos los disparos.

Michi dijo...

Simpatica mujer, ya quedan pocas asi...