viernes, 5 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -171

 


He paseado con pachorra por las mismas calles que en otras fechas pateo estresado y fulminante. Ya era hora, estaba necesitado de que los demás cogieran vacaciones. Que se vayan merece la pena, aunque me llenen el Whatsapp con sus fotos viajeras. No pensar por dónde caminas porque tus pies se saben el recorrido es una ventaja para disfrutar del paseo. La costumbre te abraza como una abuela rechoncha. El sol de un manotazo ha espantado cualquier intermediario entre su mirador y el suelo que piso. 35º escanean mi cara hasta extraer de ella el gesto más recóndito de la infancia lejana. Un sudor agradable recorre mi piel. Un sudor sin esfuerzo. Paso por delante de un gimnasio cuyo llamativo letrero me invita a practicar Gimnasia hipopresiva, Step-Gap, Zumba y Tax. No sé qué coño es nada de eso. Lo que sí sé es que se dan mucha importancia poniendo nombres. Sigo mi camino.


miércoles, 3 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -170

 


No es natural que la mente pasajera ponga tanta resistencia a la experiencia iluminada del propietario de la casa. Pero así es. Lucha como jabata para no verse arrastrada hacia una realidad que teme por ignorancia. Se opone a abandonar el sistema de funcionamiento heredado por generaciones pasadas y perfeccionado por ella misma. Un sistema al cual el mundo da su bendición y premia con efímero, pero eficaz malestar. Cuando el propietario, atraído por esa experiencia luminosa que le es connatural, desoye los muchos requerimientos de la mente, ésta se enfurruña, se enquista, despoja la casa de toda comodidad para hacer imposible el asiento en ella, la deteriora y la hunde de valor. La mente se retuerce, duele, se queja, inventa males, se oscurece, se estrecha, genera inquietud, pesadumbre, miedos y torpezas que urgen al pronto remedio o amenazan con desembocar en locura. Solo un propietario avezado — por sus muchos fracasos anteriores en el trato de situaciones semejantes —, sabe cómo lidiar con ella. El propietario experimentado sonríe ante la pataleta de la mente, respira con calma, aguanta el tirón y deja que pase el berrinche, porque al contrario de los propietarios novatos, sabe que se pasa. Los monjes del monasterio Shaolin disciplinan sus cuerpos y sus mentes todos los días sin excepción, sin descanso. Y además rezan, por si acaso. No es fácil en estos tiempos que el propietario se empodere en su propia casa. Pero menos fácil es ser un esclavo para todas las vidas.


martes, 2 de agosto de 2022

La danza del espacio infinito -169

 


Va siendo hora de quitarme años. No los echaré de menos. Siempre son el mismo. Sueño con una anciana que exige que se detenga el tren en el que viajan. Se apea junto a sus tres nietas y se quedan ahí, en tierra de nadie, mirando cómo el resto de pasajeros siguen en un tren que recobra la marcha por vía ancha. A lo lejos, en una curva a derechas, el tren descarrila. La abuela dice a sus nietas: nos vamos. Sé lo que es el miedo, la vulnerabilidad, la intemperie, la fragilidad del cuerpo y los desmanes de la mente. Saber que el tren va a descarrilar no sirve para evitar que el tren descarrile, sirve para que no descarriles con él. Llevo tres días seguidos comiendo lentejas y un tomate. Suficiente para solidificar la cerveza y el vino blanco. Las mayorías nos sentimos culpables. Las minorías se han vuelto abusonas. Cuando cierro los ojos y una experiencia luminosa ocurre, me pregunto por qué estamos hechos de un material tal que no somos capaces de hacer durar lo bueno. Solo la salud es sensual. Para la RAE la palabra del día es "sánscrito". Un amigo que vive en Nueva Zelanda me escribe por messenger. Para él la palabra del día es procrastinar. Me cuenta que anda de cotilleo a esas horas noctívagas por las redes sociales, procrastinando la hora de irse a la cama. ¡Chúpate esa! Desde que trabaja de asesor de cosas impronunciables ha aprendido hasta lo que no debe. Ya se pueden fabricar armas con impresoras 3D. La misión tripulada a Marte no me atrae. No pienso bajarme del tren aunque sepa que va a descarrilar.


martes, 26 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -168

 


Sal de la ciudad. Último aviso. Sal caminando para no llamar la atención. No mires atrás. La ciudad tiene sus propias reglas y has de librarte de ellas antes de que te alcance el rigor mortis. Eres más que parte de su engranaje, eres naturaleza viva. Camina con garbo, disfruta del esfuerzo, respira y suda con el entusiasmo de estar vivo, acompasa tus brazos, aligera tu mente. Marcha por los senderos que abren campos a los lados, anda entre árboles y zarzales que te hacen pasillo. Camina solo si no encuentras compañero que entienda de qué va el cometido. Los comentarios sobre lo obvio son tóxicos, y el acompañante - si no es bueno- tendrá la tentación de hablar de lo evidente. No corras, no arrastres los pies. Comunícate en silencio con la naturaleza que te rodea, con el cuerpo en el que te trasladas. No hagas fotos, no buscas reliquias muertas. Caminas para lograr el estado de ánimo propicio que te conecte a la realidad. La desconexión queda atrás en la urbe. Cuando te detengas, que sea porque tu soledad está en paz consigo misma. Cuando vuelvas a caminar, ya conocerás tu destino. Cuando llegues, lávate, haz una comida liviana, bebe un buen licor, echa un sueño. Bienvenido al hombre nuevo.


lunes, 25 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -167

 


La fiesta de consistorio, la fiesta por imperativo legal, la fiesta como objetivo vital, la fiesta sin fin. Fiesta de noche, de día, patronal, laica, veraniega, invernal. Fiesta en todo momento y lugar. Si la fiesta es sinónimo de júbilo, el trabajo se convierte en sinónimo de pesadumbre. Tenemos a millones de personas afligidas buscando en el calendario fechas que vayan a ser luminosas. Jaime es un hombre sencillo en sus costumbres: trabaja reparando electrodomésticos, disfruta de tiempo con su familia a diario, pesca en sus ratos libres, escribe novelas sobre crímenes horripilantes para dar salida a su naturaleza ingobernable, suele hojear guías de viajes para conocer sitios a los que nunca irá. No le importa viajar con la mente. Acaba de venir de Tallin, la capital de Estonia: maravillosa y medieval, según cuentan. Jaime no entiende la necesidad de fiesta que manifiesta la gente. Él vive realizado a tiempo completo, en conexión con lo que hace, con las personas que le rodean y consigo mismo. Si hay algo que celebrar, lo celebra. Si hay algo por lo que llorar, llora. Ora mientras habla, mientras trabaja, mientras come, mientras folla, mientras sueña, mientras pesca, mientras mata a uno de sus personajes novelados. Jaime es un ser integrado al que las miserias propias y ajenas no le desconciertan como al común de los mortales. Su truco es no perder de vista su paso efímero por el mundo. Al mundo le gusta darse importancia, ponerse grave y cejijunto; es por eso que la gente necesita fiesta, una fiesta que muchas veces es síntoma de angustia clavada en el esternón.


domingo, 24 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -166


Un viejo feliz es alguien que sabe algo que tú ignoras. Harías bien en detener tu agitada y exitosa vida para preguntarle por ello. Conozco uno que lo hizo. Al día siguiente cogía una pequeña mochila para hacerse una caminata de 32 kilómetros a un monasterio de monjes benedictinos. Allí estuvo curando sus pies y riéndose de sus pensamientos desatados mientras escuchaba vísperas cantadas. Comprendió lo que el viejo sabía: que lo que piensas que eres mientras te comes el mundo, no es lo que en realidad eres. Aquella caminata se grabó en su mente con precisión fotográfica. Recuerda cada paso, cada mariposa, cada caracol, hacia dónde se movían las hojas por la caricia de la brisa veraniega, la anchura de los senderos, los campos de girasol sacando sus emoticonos al sol. No se cruzó con nadie durante horas y le pareció raro, como si fuera un recorrido allí colocado, un escenario majestuoso solo para él, para la realización de ese momento. El tiempo pasa porque pasa por ti. Sin un inquilino donde ejercer, el tiempo no existe. ¿Te imaginas un niño pensando en el pasado y a un viejo en el futuro? Pensar es entretener, pero también puede ser creativo o torturador. No seas lo que piensas. Piensa en lo que quieras, pero dale la importancia que le corresponde. No mucha, solo música o ruido. Si piensas en dios no eres divino. El divino piensa en todo menos en dios. Subes a la cumbre de la montaña para contemplar el extenso paisaje, no para ver la cumbre de la montaña; para eso es mejor que te quedes en el valle.

 

 

martes, 19 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -165

 


En el período de convalecencia - que va desde hoy hasta el final de sus días -, aún sabía que la emulsión pantanosa de su cerebro podía volver a postrarlo como una marioneta a la que sueltan los hilos. Había dejado de manejar el concepto temporal de esperanza. Vivía cada momento con atención, sin pedir ni esperar más. Pero en un rápido diagnóstico a su alma sí que llegó a la idea de que necesitaba tener suerte, que las cosas le fueran bien, que necesitaba alegría, necesitaba sonreír con naturalidad, necesitaba no estar en lucha, necesitaba paz, necesitaba ayuda, necesitaba perdonarse, necesitaba valorar, necesitaba servir, necesitaba no tener miedo, necesitaba no molestar más a dios con sus súplicas y moverse con equilibrio, necesitaba responder a la pregunta de Jorge Wagensberg de si es el azar un producto de nuestra ignorancia o un derecho intrínseco de la naturaleza. Por qué, si fue comedido en la felicidad, evitando llegar al extremo y evitando acostumbrarse a ella, el sufrimiento decidió instalarse en su corazón, sin medida, de forma destructora hasta la desesperación. El infierno es un síntoma. Aceptó el síntoma y recuperó el equilibrio. Se rindió y siguió respirando. Llegó a sí mismo después de dar mil vueltas y supo que no podía ser otra cosa de lo que ya era. Supo que debía usar su mente para relacionarse con los demás, con el mundo que le rodeaba, pero era conveniente no hacerle caso en su relación consigo mismo. La mente es una herramienta social, no una verdad que valga para uno mismo. Ahí solo el silencio reina como en casa.


sábado, 16 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -164

 


Por supuesto que en el místico hay alteraciones o patologías físicas, metabólicas y mentales. Pero son consecuencia de una experiencia indubitable de recolocación, no su causa. En los hechos verás la diferencia. A través de ciertas drogas puedes probar el manjar que alimenta a los místicos, pero no te cundirá ni te nutrirá. La búsqueda de la verdad desde lo artificioso es tan loable como inútil. El rayo va de arriba a abajo sin existir conceptos como arriba y abajo. Los cambios y el estado alterado de conciencia solo son eficaces si tienen una base real y regalada. A continuación, viene el acople de la voluntad a esa experiencia, y por último, la caridad de querer expandirla. Qué apasionantes son los tránsitos: el entrar, salir, acostumbrarte a diferentes estadios de la conciencia hasta que se difuminan las fronteras y lo innombrable lo anega todo.


viernes, 15 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -163

 


El autocontrol es tan necesario como demostrativo de lo poco fiables que somos; peligrosos para nosotros mismos, esclavos de lo más infame que podamos imaginar. Capados no servimos, así que nos movemos en la cuerda floja, hacemos virguerías con lo que tenemos entre manos y aplicamos la voluntad a toda acción u omisión. No hay gusto verdadero sin dominio sobre sí. El amor al otro es la guía, el combustible del movimiento. El amor no llega de forma natural (eso es otra cosa); hay que pulir, practicar, entender, sacrificar, encauzar, agrandar. Un coche bomba explotó cuando ella caminaba en dirección a la sucursal bancaria. Perdió ambas piernas. Un grupo anticapitalista reivindicó con orgullo el atentado. Fue víctima de las ideas con brillantina que corrían por los cerebros de esas personas. No ha vuelto a creer en el ser humano, así que cree en algo superior a él para poder amar, para no desear la extinción generalizada. Tuvo que leer en redes sociales que "más mata el capitalismo salvaje". Pasadas las primeras semanas comprobó en su propio pellejo algo que antes había intuido: que las víctimas son percibidas como un engorro, un dolor perdurable que nadie quiere cerca, como personas incapaces de hacer una valoración correcta de la realidad. Incluso comprobó el odio que despiertan entre los esclavos de las ideas con brillantina.


jueves, 14 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -162

 


Benjamín tiene una historia. De origen hebreo, su nombre significa "hijo de la diestra". Diestra como sinónimo de fuerza y virtud. Hijo menor de Jacob y Raquel, que regentan una frutería en el barrio de la judería. A Benjamín le sudan las manos aunque en los test de inteligencia se sale de la tabla y su nivel de concentración va más allá de dos anuncios. Las grandes historias arrastran una tragedia familiar o social durante los primeros años de vida. La infancia de Benjamín pasó sin darse cuenta, tan presente como intrascendente. Las frutas se vendían solas en un estado del bienestar que lo cubría todo. No podías ni suicidarte sin que te miraran mal. Benjamín quiso romper el molde de su futuro antes de que llegara lo previsible. Aprendió a mover una mano en alto mientras con la otra manipulaba por debajo de la mesa. No era trampa, era magia. La generación de Benjamín está compuesta por individuos que se consideran diferentes (por razones ideológicas, sexuales, místicas...) exigiendo igualdad no se sabe respecto a quién. Supongo que respecto a los que desprecian. Benjamín, por su parte, siempre ha intentado pasar inadvertido, no vivir en modo "reivindicativo". Sus diferencias son tan de verdad que se esfuerza porque le tomen por un imbécil más del montón. Su poder estriba en que no le detecten. Es como un hacker del mundo moderno; es decir, del fraude respetable. En las fiestas descontroladas siempre hay alguien en un rincón que mantiene el control y no es un friki. Benjamín es capaz de beber sin dejar de estar presente, es capaz de follar sin dejar de estar presente, es capaz de engullir sin dejar de estar presente. Solo deja la mente vacante cuando se ducha con agua fría. El mundo creado y recreado por la necedad merece que alguien lo sabotee hasta que se le vean las vergüenzas. Benjamín es uno de esos escogidos que puede hacerlo. ¿Escogido por quién? Por el azar que sopla donde le ordena el destino. No sabrías quién es aunque estuvieras ahora mismo robándole la cartera o humillándole con improperios en un atasco. Benjamín es invisible para los que se arrodillan. 


miércoles, 13 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -161


Todas las especies acaban extinguiéndose. La humana no será una excepción, por engreída que sea. El reciclaje máximo. Hemos pensado que la evolución acaba en nosotros. Qué papanatas. Pensar se nos da bien, quizá demasiado. Sentir se nos da peor. Cuanto mayor es el consumo de antidepresivos, más aumentan los casos de depresión grave. Algunos viven con ella de forma crónica, escondiéndose del terror y de la ansiedad que se revisten de mil formas distintas. El paciente de melancolía sufre una tormenta devastadora en su cerebro de la cual no tiene manera de guarecerse. Unas nubes borrascosas se instalan en su frente incapacitándole para actividades comunes, relaciones sociales o pensamientos constructivos. Una tormenta de rayos, agua, pedrisco, vientos huracanados y desolación. A veces llega la calma el tiempo suficiente para que te parapetes ante la siguiente acometida. El desequilibrio químico, emocional y racional convierten al individuo en un pelele que solo ve salidas drásticas como la de muerto el perro se acabó la rabia. Mi consejo es no luchar, mejor adentrarse en el epicentro de la tormenta y solazarse lo más posible en él. Sí, mostrarle que estás dispuesto a aceptar la locura como estado interior y permanente. A veces el bicho huye ante semejante osadía. Las luchas por mantener el estatus anterior se pierden todas. El alcohol desmedido, el sexo compulsivo, las actitudes depravadas, infligirse dolor físico, el exceso como arma arrojadiza, pueden hacerte recobrar durante tiempo limitado un relativo estado de adormecimiento, Pero el bicho está ahí: acurrucado, engordando, acechando para volver con más fuerza. Ante el dolor de la mente, ir de frente dispuesto a morir en el choque, como si te sintieras cómodo en él, sin rechazarlo, respirando sereno, rendido. Repito, a veces el bicho huye. Y si no lo hace, al menos has tocado fondo. Ya está. Se acabó el descenso interminable a los infiernos. El espíritu puede volar en cualquier circunstancia, incluso en la cadena perpetua de la noche oscura. Que nadie te ame, no impide que tú puedas amar.

 


 

lunes, 11 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -160

Cuando se agota la inspiración, el hecho de escribir exige voluntad, aunque creo que ha de ser una voluntad inspirada; pues escribir es un acto absurdo que trata de dar un sentido novedoso al absurdo que nos rodea. Cuando cambie el eje de rotación de la Tierra y el proyecto humano tal y como lo conocemos caduque, el escritor seguirá contando historias. Porque eso somos, contadores de historias, hacemos un relato de todo y creamos lo que nos rodea al contarlo. Somos tan sensibles a los cambios en el campo magnético de la Tierra que los poderes de los superhéroes de la Marvel se ven afectados. Hasta nuestros intestinos se vuelven caprichosos a la hora de evacuar. El Sol no atiende a esos cambios de nuestro planeta y su actividad puede hacernos daño con sus caricias tormentosas. Los rayos cósmicos son besos que matan. El campo magnético es la crema de protección solar que nos pone morenos sin quemarnos. Con estas cosas los animales se desorientan y no saben si volar o nadar, si ir o venir. Escribir desde el final de la historia hacia el principio. Porque llegará el tiempo en que el lector querrá saber cómo empezó todo, ya que el final ya lo conoce.

 


 

domingo, 10 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -159

 


Salir de la ecuación para que demos con una teoría unificada donde el observador no interfiera en los resultados, no es posible. Sin nosotros no hay constatación de la teoría. Sin el observador, el árbol que cae en la selva no produce ningún ruido. Así que entre la teoría de la relatividad general y la teoría cuántica tenemos que ir tirando y no calentarnos demasiado la cabeza con su unificación, que al fin y al cabo también dejaría preguntas sin contestar. Porque otra cosa no, pero preguntar sobre cuestiones hipotéticas se nos da bien. Y embarcarnos en viajes con formulaciones matemáticas interminables, nos entretiene. Encontrar lo que no andan buscando es un don gratuito que se ofrece a voluntades flexibles. No tenemos miedo a despertar cada mañana porque damos por hecho que los objetos y acontecimientos que nos rodean seguirán con un movimiento y comportamiento idénticos a antes de irnos a dormir. Son fiables, mensurables, y los podemos expresar en silogismos sin fisuras. Es un mundo estable en el que podemos realizarnos en múltiples direcciones. Nosotros somos la variante. Aquello que concebimos puede producirse. Aquello que se produce y no concebimos, pasa inadvertido hasta que llega un ser humano que grita eureka. Las paradojas, las contradicciones, nos vinculan a un apocalipsis del no sé cómo ha sido. La teoría unificada es la que se logra desde el corazón y se consolida desde la razón. Llegar a conocer lo que se ama. Amar más cuanto más se conoce. Retroalimentación de hermanos.


jueves, 7 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -158

 


Al cuarto empellón escuchó un "no" sibilante. Los otros tres habían ido precedidos de un "Dios, sí". Él no se considera una divinidad, pero sí un elegido para el amor horizontal, así que le sorprendió el "no" extemporáneo. Cortó de inmediato el flujo sanguíneo y se levantó de un salto, movido por un miedo cerval a la ley. ¡A saber qué pensamiento había cruzado la cabeza de esa mujer! Se fue al sofá y ojeó un artículo en el periódico sobre los peligros de la estanflación. Todo muy antinatural. Pero así son los tiempos que corren con cojera. Unos minutos más tarde escuchó los pasos de ella por el pasillo y tembló pensando en los posibles reproches, sintiéndose culpable sin saber por qué.


martes, 5 de julio de 2022

La danza del espacio infinito -157

 


Supera cada vez más fácilmente el umbral de estrés. En cuanto sale de su rutina de silencio, contemplación, trabajo, lectura, paseo y escritura, se dispara en él una agotadora guerra sin cuartel. El mundo y sus ritmos son antinaturales. Sus anhelos, desmesurados y voraces. Sus objetivos no son los suyos. Pero vivir sin vivir en él provoca también una tensión que descoyunta la mente y el cuerpo. Concentrarse es un descanso, pero el mundo exige diversificación, disolución, saltos, giros, piruetas, atender sin entender, servir sin saber a quién. El alcohólico se levanta al mediodía como si fuera de madrugada, con la lengua rasposa y un frío cortante que le recorre desde el paladar hasta el colón. Su cuerpo le pide a gritos que eche leña a la chimenea si no quiere morir entre temblores en pleno Julio. El alcohólico consigue convertir el vino en la sangre de un cristo. Pero su fe no le sirve para sufrirse con paciencia. Y bebe hasta que no es él quien vive. A última hora de la tarde acude a una reunión de A.A. No habla de lo suyo. No ha dejado de beber ni un solo día. Qué podría decir. Pero acude a escuchar, a ver cómo los otros se confiesan con la esperanza de que en la confesión esté la salvación. Él llegó a la bebida después de haberlo probado todo, no por error, no por desesperación. Por probar algo irracional. Y funcionó. Bueno, a medias. El cuerpo no aguanta estar borracho las 24 horas. Escucha a los compañeros alcohólicos. Y piensa que él es mucho más bebedor, pues no añora ninguna vida pasada ni aspira a ninguna venidera, al menos como ellos las plantean. El quiere levantar un altar de botellas vacías.