
Amar
vestido transforma el entorno a largo plazo, tan a largo plazo que has de
creerlo antes de verlo. Por eso muchos prefieren la satisfacción inmediata y se
quitan la ropa. El amor cambia al amante y al amado, y ambos enriquecen el
sustantivo. Las historias cruzadas tienen un hilo comunicante que alimenta a
los personajes, amor multidisciplinario y a la vez sencillo, sin grandes
emociones, pero con acciones continuas. El amor no firma sus obras ni exige
derechos de autor. Ejerce su vocación para alimentarse y crecer, incluso
intenta actuar durante el turismo sexual de un solitario que viaja buscando
vídeos de asiáticas y se desahoga sobre un pañuelo que es un reto a muerte al
amanecer. El amor no se enamora, no se gusta, no se sacia. Estoy cociendo
borraja, luego la apañaré con un sofrito. Es comida sin alardes, sin
posibilidad de que el estómago abotargue el cerebro y éste boicotee al amor. Se
necesita de unas condiciones medioambientales para reproducirse en el corazón
de un amante biológico. El frío llama con los nudillos en los cristales,
contesto que no estoy, que la intemperie estropea los pensamientos. La materia
oscura, la noche oscura, los ojos oscuros son fruto de algún exceso sin cauce.
El pan duro descansa en la cesta de mimbre. Ni las palomas en invierno le hacen
aprecio, pero el pan duro sabe más que el tierno y mis sopas no pueden flotar
sin él. El amor no caduca. Si alguna vez amaste sabrás cómo volver a hacerlo.
Nadie te da motivos para ser amado sin límites. Por eso se llama amor. Soy muy
bajo cuando camino descalzo. El suelo es un entorno hostil, casi más que las
estrellas. Los bonos del Estado te vencen en el 2040. Hasta entonces te has
propuesto sobrevivir. El Estado no sabe lo que es el amor, es un gigantesco
robot sin capacidad de empatía respecto a sus miembros estancos. Está frío el
suelo del baño, la baldosa es distante a pesar de su belleza. Me siento en el inodoro,
no por un tema de evacuación, sino para descansar en un lugar a medida para mis
posaderas. Y pienso en el amor, y sé que pensar no es amar.