El
yo es un yoyo que sube y baja. El ego pretende ser. El yo está presente cuando
el ego se alegra, se enfada, sueña, planea, recuerda. El yo observa cómo el ego
se afana. El yo es sustancia. El ego es un sin sustancia. Cuando el ego se
empodera, el yo queda sepultado, inaccesible, a salvo de lo irreal. El yo es
sustantivo sin adjetivos. El ego es avidez. Cuando el ego descubre la identidad
del yo, su realización sin esfuerzo, su natural ser, y es capaz de ponerse a
sus órdenes, la unidad se produce y los ensueños megalómanos del ego se
diluyen. Pero esto se produce tan pocas veces que muchos prefieren seguir
formando parte del engranaje del engaño. Eres especial; sí, tú. Y tú también.
Especiales no por una cualidad del carácter, de la inteligencia o la voluntad.
Eres especial porque existe para ti una vía de comunicación con la sustancia
universal. Las técnicas de meditación, las religiones, las claves de búsqueda
de la verdad, las drogas, el shock emocional, la sacudida existencial, son
medios generales al alcance de cualquiera. Pero aparte de esos arduos y
pedregosos caminos que muchas veces sólo consiguen la extenuación del
caminante, tú posees la combinación secreta que te une como individuo con el
todo. Una combinación ideada para ti, personal e intransferible. Aunque otro
alcanzara la iluminación y quisiera legártela, no podría, porque su clave de
acceso es distinta a la tuya. Con tu clave sólo tú puedes acceder, y con
ninguna otra. Las demás te pueden servir de inspiración o acicate, pero no te
abrirán ninguna ventana de manera indefinida. Medios como las drogas, bien
usados, abren esa ventana, pero se vuelve a cerrar; tienes entonces que
duplicar la dosis. Igual ocurre con las técnicas de meditación o los rituales
religiosos. Abren la ventana. Pero enseguida se vuelve a cerrar. Sólo cuando
descubras tu clave secreta, tu vía de comunicación exclusiva, la ventana se
abrirá y no se volverá a cerrar. Por eso eres especial. Sí, tú, por muy hijo de
puta que haya sido tu ego: asesino, drogadicto, depravado; no importa. Si das
con ese enlace intransferible, habrás tenido éxito. Permanece atento.