No hay problema con la escena que aparece en ti: dinámica y cambiante. La escena se da siempre en el escenario que eres: constante e imperturbable. La idea de conflicto viene con la añadida figura del actor en la escena que se siente diferente a ésta y al escenario. La idea de problema nace cuando el ilusorio actor considera que las cosas le ocurren a él, o que él las hace y fuerza a voluntad, que él es el protagonista, que la escena tiene una intención y significaciones elaboradas, que la escena tiene una causa y un efecto, que el universo entero está confabulado para que él sienta esto y lo otro. El actor no quiere que se apaguen las luces, que se baje el telón, que la escena desemboque en el silencio, porque entonces se toparía con su propia inexistencia.