miércoles, 29 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -23

 


Seamos minuciosos en la descripción, respetemos los tiempos, revivamos los hechos, puesto que cuando se viven por primera vez solo quedan impresiones y se escapan los detalles fundamentales. La viuda camina con pasos cortos sobre las tablas del parquet. Cualquier ruido que contamine la escena del amor puede acabar en un relato mugriento. El difunto apenas dejó objetos a los que vincular un recuerdo, así que las imágenes no grabadas del hogar eran la única prueba de que un día pasó por ahí, dejando un renglón difuso, de relleno, en la procelosa historia de la humanidad. Solía dormir sentado, comer de pie y leer recostado. Solía fruncir el ceño como si hubiera reconocido el engaño. Llevaba zapatillas de casa, pantalón de tergal, camisa a rayas. Sabía de números, sabía que los números no engañan. Hablaba poco, socarrón para esconder el dolor. Sin autoestima que defender, solía esconderse de los acontecimientos, pasar sin pena ni gloria, sin ser visto e intentando ver lo más posible. La viuda coge una corbata del difunto y se la anuda al cuello.


martes, 28 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -22

 


Abrió el grifo de palabras; ahora calientes, ahora frías. Se lavó las manos, se le anegaron los ojos. Cogió su cuaderno repleto de frases congeladas y fosilizadas, ojeó los principios del enamoramiento. Todo parecía posible cuando el destino iba a ser cosa de dos a favor de viento o contra el mundo entero. Daba igual. Dos en una dirección, juntos, sumando, ayudándose a escalar muros que antes parecían infranqueables. El enamoramiento es un cerebro tuneado y las palabras brotan como si el manantial nunca se fuera a acabar. Pero ella fue a visitar a un amigo. No regresó. Él, una tarde, después de deambular por las horas oscuras de calles sin nombre, tomó una decisión: vendió la casa, el coche, dejó el trabajo, apiló sus enseres en un almacén alquilado, adquirió un billete de avión y se fue a otro huso horario en busca de la autodestrucción muda, sin miradas familiares que le recriminasen la actitud derrotista. Pero es que él, con ella, ya había renunciado a sí para ser uno en dos. Ahora ya no quiere ser uno en uno solo. Cuando tocó fondo y las manchas de su piel dibujaron un mapa del desastre, apareció un buda en aquella esquina de meados y le ofreció un plan para aprovechar la negación de sí mismo. Le convenció de que esa negación abriría la puerta de la afirmación del otro, del que siempre fue, es y será, porque no maneja palabras ni tiempos verbales. Antes de morir, que ya no era morir, había desaprendido cualquier saber hasta dar con la inocencia renacida. El buda se reconoció en él como en un espejo y fueron uno en dos por un instante. El enamoramiento fue desenmascarado, los lunares de la espalda se convirtieron en el firmamento de un universo en expansión. Cambió un amor por amar.

 


lunes, 27 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -21

 


He paseado por un barrio de viejos. Las ambulancias circulan por estas calles con una asiduidad que da grima. Josechu es un héroe anónimo. Tiene un sobrepeso que no se debe a lo que come, pues es frugal como un pajarito. Padece de las dos rodillas. No le sujetan. Apenas se mantiene en pie, pero con una osadía digna de admirar sale a la calle a jugársela todas las mañanas y todas las tardes. Quizá tenga miedo de caerse en casa porque vive solo, y eso sería casi como ser enterrado en vida. Así que se arrastra hasta la terraza del bar de la Sofi. Se sienta, pide un café, saluda a los parroquianos. Aguanta vientos fríos y chicharras a partes iguales de forma estoica. Hoy una de las ambulancias ha venido a buscarlo. Se ha caído en el paso de cebra, al intentar cruzar hacia su portal. <<No es nada>>, ha dicho mientras sangraba  de la rodilla izquierda como un cerdo en la matanza. Josechu dormirá hoy en el hospital, le cuidarán mejor sus tristezas y cenará caliente. Un buen día.


domingo, 26 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -20

 


Tu cara aparenta más juventud de la que tiene. Tu ser, aunque está como el primer día, es más viejo de lo que cualquier cuerpo pueda recordar. La identidad es un vasto campo con aroma a hogar que no tiene propietario. Tú eres, y no por ello te diferencias del resto que es. No te olvidas de ti y no mueres. Solo muere lo que nunca existió. Ve a por setas y las setas irán a por ti. Cómelas y seréis uno, un hombre seta.

            Duerme al lado de ella y soñarás sus sueños, temerás por sus fantasmas, te inclinarás ante sus dioses. Si no es así, deberías coger un camino distinto hacia personas diferentes. Los trazos de tu cara apenas son gazapos en el aire que desaparecen cuando llega la calma. Ya no te ríes con nada ni con nada lloras. Pero sí bebes y eyaculas compulsivamente cuando tu cerebro se ve empujado a la socialización de lo frívolo. Eres más del vis a vis, de adentrarte en territorio inexplorado y descubrir que en el otro hay una identidad de la que no te puedes separar. Lo importante es ser la historia o parte de ella, no contarla, no que te la cuenten, no que te recuerden ni que te evoquen. El anónimo es el verdadero amante de la historia, el que supo no estorbar con su nombre. Necesitamos más héroes desconocidos. Necesitamos que el arte vuelva a engrandecerse con autores que no pretendan llamar la atención. La democracia ha traído menos excelencia artística y más entendidos en decoración.


sábado, 25 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -19

 


Navidad. Nace el hijo de dios como antesala de su muerte. La resurrección no se sabe si es un volver a empezar o un estado definitivo. Ha madrugado para hacer visible la soledad, ha paseado por la ciudad desnuda para identificarse con las farolas, los bancos, las piedras y las fachadas. Ha dejado marchitar a los amigos y permitido morir a los familiares más queridos. Las tradiciones son un producto envasado al vacío. Si no cumples con ellas, te embarga la tristeza. Ha olvidado las letras de los villancicos, no sabe dónde están las figuras del belén ni el árbol decorado. Qué podría compartir y con quién. Es de admirar cómo ha ido despejando la pista de despegue hacia el cielo.


viernes, 24 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -18

 


La cama es la capilla del derrotado. Los espíritus velan suspendidos mientras su mente intenta buscar una salida al laberinto que ha diseñado para entretenerse. En la cama desaparecen el hambre y la sed, las relaciones sociales, la vanidad del mundo, las pretensiones y el tiempo. En la cama practicas la muerte, te conviertes en clásico al romper con la actualidad. La cama está cercada por dos abismos que el derrotado no osa afrontar. En la cama los sueños pierden vitalidad, los huesos se resienten, los músculos se atrofian, la mirada se cierra. En la cama del derrotado solo cabe uno, solo llora uno, solo lo entiende otro.

 


jueves, 23 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -17

 


A veces somos capaces de ver a través del otro, del tiempo y el espacio, mirando con la limpieza de un inocente. Una mente que deja de seguir a maestros, a objetivos que no sabes dónde están, se acoge al misterio de un silencio que no busca ni guarda intención oculta. Una vez que piensas con honestidad sobre tu ser, sobre el ser que no se manifiesta y el que sí, descubres que pensar es un arma muy poderosa, pero tiende a disparar contra su dueño. El pensamiento honesto es aquel que se relega a sí mismo a un papel de veneración hacia el silencio.

            Las calles se llenan de bullicio, de personas que se saludan, comercian, comen y beben para socializar, cantan y hablan muy alto. Cuando llego a casa por las noches escribo sobre lo que he visto, sobre lo que no he visto, pero sobre todo quiero escribir sobre lo que nadie ha visto. Sin miedo a mirar. Sin miedo a qué dirán. Sin miedo a dónde me llevará este camino emprendido. Sin miedo a que no haya camino. Me limito a contemplar cómo las personas del mundo se tiran a la calle a luchar para mantener su rutina, a la batalla de la vida, a conquistar un mes de vacaciones que suelen ser agotadoras por el cúmulo de lugares y experiencias que se echan como peso muerto en el zurrón de sus vidas. Si tuviera un interruptor, lo pulsaría para detener el mundo, obligaría a dos horas de aburrimiento al día a la población, sin posibilidad de escaparse haciendo cualquier cosa. Un experimento de la nada.


miércoles, 22 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -16

 


Procuras un infierno a tu medida. Nadie mejor que tú para joderte la vida. Eres el adecuado para hacerte padecer hasta el extremo, sin escapatorias ni zonas de descanso. Nada mejor que tus propios pensamientos como terribles elementos de tortura. Eres el idóneo para esa labor de autodestrucción, donde no quede ni la dignidad de la sombra. 


martes, 21 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -15

 


Necesitamos a los monstruos, al compararnos con ellos nos sirven para exonerarnos. Nos identificamos sin problema con la víctima, pero no con el asesino, como si éste fuera una devastación extraterrestre. Los monstruos los tenemos dentro, no están fuera por mucho que nos empeñemos en ello. El miedo a desgastar nuestro ego nos impide reconocerlo. Y es que el ego es un tramposo dispuesto a todo para salir indemne. El hecho de que tengamos controladas algunas pulsiones no significa que no existan. El hecho de que acatemos las reglas de convivencia social no significa que haya muerto el salvaje. Ni tú ni yo superamos la prueba del algodón. Acogemos en nosotros a la víctima y al verdugo con una naturalidad dual que aturde. Desde los medios de comunicación, que ven disparadas sus audiencias con los monstruos, se insta a endurecer las leyes, a encerrar de por vida a la fiera, a adiestrar desde la infancia para que el engendro no crezca descabezado. Sin decirlo en voz alta, sabemos que existirán siempre mientras existamos nosotros. Como existirán las víctimas que nos alimentan. El monstruo es el ego que no se sacia con nada. La víctima es el ego dañado. Un mal sueño entre dos nadas en las que el ego naufraga. Un sueño que animamos porque el ego ha conseguido que nos identifiquemos con él. 


lunes, 20 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -14

 


No te esfuerces más, o sí, pero no aguardes mercedes por ese esfuerzo. No es algo automático. No funciona como causa y efecto. El mérito consiste en descubrir que solo la disposición a recibir funciona. El fragor diario entretiene, agota las emociones y te narcotiza en un videojuego donde el guión subyuga, convirtiéndote más en esclavo que en participante. Desde que practicas el silencio has visto cómo tu cabeza se llena de ruidos y desasosiego, que hasta entonces pasaban inadvertidos en la participación activa del juego. Ahora que lo has probado, estás deseando volver al silencio para quedarte. No es fácil. Pero más difícil te resulta ya permanecer en el ruido constante. La cabeza va a explotar. Respiras y tu aliento se funde con el aire afilado del invierno. El genio está fuera de la botella, no te encierres tú en ella. Deja que los dormidos acunen a los dormidos. El estado de alerta es relajado, es natural, es dormir al sueño, es no olvidarte de ti ni un instante aunque esa identidad es igual de inasible como palmaria.

 


domingo, 19 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -13

 


Paso horas recorriendo en soledad los caminos. Caminar es mi terapia contra los oscuros pensamientos que asolan a cualquier hombre que se hace preguntas. Los caminos pasan por pueblos cada vez más desolados, por ermitas derruidas, por campos explotados a la sombra de subvenciones europeas. Los caminos me llevan y me traen, y sé que uno de esos caminos sin nombre acabará engulléndome y dejando una humilde cruz a su vera.


sábado, 18 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -12

 


Suelo intercambiar chascarrillos inocuos con mi vecino Brahim. Ha venido de Argelia. Tiene una mujer recluida entre trapos, paredes e hijos pequeños sobre los que no lleva la  cuenta. Brahim realiza chapuzas a domicilio y exprime las ayudas sociales que un país endeudado más allá del 120% de su producto interior bruto pone a su disposición. <<Somos así de chulos>>, le digo.

            Me cae simpático Brahim; es sociable, algo pícaro y muy formal con los deberes de su religión. Aunque me llama amigo, sé que no lo soy. A pesar de que nos llevamos bien, para él, en el mejor de los casos, soy un hombre profundamente equivocado. Me suele recriminar que los occidentales, o carecemos de valores, o los tenemos viciados. En el peor de los casos, para él soy un perro infiel que es despreciable ante Alá y ante sus seguidores. Brahim puede engañarme, incluso debe, si así favorece a sus creencias. Puede utilizarme, incluso debe, si es conveniente para su causa eterna. Brahim se subyuga a su dios, y por lo tanto, cualquier cosa es posible por el manejo perverso que los hombres hacen de dios. "Alá y sus mensajeros están exentos de responsabilidades para con los idólatras" (Sura 9:3). 

            Para qué negarlo, Brahim me desprecia, aunque agradezco que disimule. Sé de su desdén hacia mí porque lo declara hacia los otros cuando está conmigo.


viernes, 17 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -11

 


Cuando se produce un hecho luctuoso, una violencia mediática, unos trenes que saltan por los aires, un hombre indefenso a quien meten una bala en el cráneo, se suele lanzar el mensaje de que todos somos víctimas de la tragedia. Si fuera cierto ese gesto inútil de implicación solidaria, no habría asesinos. Y de éstos vamos sobrados. El mundo paralelo que hemos ido articulando posee personajes peculiares a los que hemos dado cabida y rendido honores, porque tenemos el concepto de realidad alterado. Luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando esos mismos personajes hacen lo que saben hacer: generar caos y confusión. Son frágiles e inconsistentes los mundos paralelos que nos da por habitar. Cuentan con la ventaja de que la realidad no pierde el tiempo desacreditando espejismos, y éstos van reforzando su influencia en personalidades arrogantes que prefieren ser reyes de los escombros que príncipes en el palacio. Las grandes grietas del mundo paralelo son ocasionadas siempre por los hombres más pequeños, capaces de ser verdaderos al no tener nada que perder. Cuando se acaba nuestro tiempo, se nos ofrece una visión menos condicionada de la realidad, pero pocos son los que se integran en ella, prefiriendo volver a probar suerte con la ilusión. La eternidad no rechaza a nadie. Somos nosotros, y nadie más que nosotros, quienes no encontramos cabida en ella. Preferimos seguir intentando ser aparte del Ser. Hacemos cola en el paritorio, es nuestro turno de berrear saliendo por el túnel de la madre. La luz artificial daña hasta que nos acostumbramos de nuevo a las apariencias. La noria sigue dando vueltas con nosotros de cobayas voluntarias.


jueves, 16 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -10

 


El alterne ya no es para mí. El cuerpo ha dicho basta a una actividad social que me mantenía con pulso. Antes me bebía hasta los sólidos. Ahora me tomo un corto de cerveza con limón, me siento en una mesa, ojeo el Marca y veo pasar a las cuadrillas que beben a la velocidad de la luz. Escucho sus chanzas, sus comentarios penetrantes, sus indirectas al mentón, sus cachetadas, sus agudezas, sus detalles costumbristas, su vida a borbotones, y suspiro como un viejo que sabe está de comentarista de historias que no vivirá. Un viejo de edad joven que sueña con cultivar infinitivos como toda aventura significativa. Un viejo que ha descubierto que de noche todos los campos son pardos y aterradores. Un viejo de edad joven que amanece cuando amanece, y a veces antes, como nervioso, como si tuviera algo que hacer.


martes, 14 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -9

 


Escribir es abrir una herida que estaba cicatrizando, es no dejar en paz el pasado e inventarse el futuro. Escribir es de necios. Sí, sé que me he llamado necio. No me arrepiento. Es una adicción como otra cualquiera, aunque sea la más dañina de todas. Porque al leer nos predisponemos a creer, como quien asiste a un truco de magia y desea ser engañado para disfrutar de un placer efímero y fraudulento. El amor no quiere a quien lo escribe. El amor desprecia a quien lo cita. El amor prescinde hasta del que ama. El que escribe nada sabe del amor, pero convence a quienes le leen de que es así o asao. Escribir las últimas voluntades es querer imponer tu voluntad. Escribir poemas es hacer malabares con las emociones. Narrar es apostar por una doble vida cuando ni siquiera sabes vivir una. Escribir el punto final resulta muy complicado para los charlatanes. No somos, pero nos hacemos la ilusión de ser con las sombras chinescas.


lunes, 13 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -8


He ido de visita. Vive en un barrio de paredes desconchadas, de orines de gato, de ancianos que se mueren como si tal cosa, de parados de larga duración, de inmigrantes que vienen a plato puesto, de patios con sillas de bebé abandonadas, de cagadas de paloma sobre una paloma muerta, de chupinazos descabellados para fiestas en las que nada se celebra, de viejos roqueros grotescos, de borrachos al mediodía, de chinos sin pasado ni futuro, de putas tristes, de rateros que prestan dinero, de evangelistas que cantan hasta que acabas odiando la música, de basura pobre, de árboles con muleta, de tejados con goteras, de bragas en los tendederos, de gritos a medianoche, de risas desdentadas, de bancos pegajosos, de parques amarillos, de trastiendas registradas, de coches de policía que se saben el camino, de ambulancias que siempre se paran, de abrazos que no dejan que te vayas.



 

domingo, 12 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -7

 


Vino tortilla, vino calamar, vino callos, vino criadillas, vino arroz, vino cordero, vino patitas de cerdo. Estás dormido y bebes, a veces comes. Con el cerebro alegre, el corazón se desnuda en la vía púbica (sí, de pubis). La cháchara descarga malestares ocultos incluso para el que habla. Vino abrazo, vino despedida, vino cuadrilla, vino empresa, vino soledad. El bebedor de vino no entiende de añadas, entiende de áreas de servicio, de tiempos muertos, de prórrogas antes de volver a casa. Los amigos de tu infancia ya son viejos a los que has atrapado en un recuerdo del que no pueden escapar. Ellos hacen lo mismo contigo. Vino melancolía, vino inspiración, vino emprendedor, vino apretón de manos. La familia es la caravana que llevas anclada al vehículo, puedes dormir en ella, vivir en ella, pero si te mueves de un sitio a otro, debes acarrearla como un peso pesado, a veces muerto. Vino picado, vino desesperado, vino para quedarse. 


sábado, 11 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -6

 



A la confusión le gusta enredar. Los confusos se reúnen y llegan a conclusiones erráticas. Nuestro mundo es una mezcla de lo que el universo tiene ideado para él y de la creatividad esencial que nos caracteriza. La mezcla nos confunde. Los pequeños detalles nos emocionan. Las grandes medidas nos frustran. El hombre que logra la fama debe alejarse antes de que lo descalabren aquellos mismos que hoy le encomian. El arrojo de la juventud debería ser otorgada a los viejos. La serenidad de la vejez debería ser otorgada a los jóvenes. El pesimismo no surge de la experiencia del pasado. El pesimismo, aunque sea erróneo, es el modo más común de protegernos frente a las decepciones futuras a las que alentamos inconscientemente para darnos la razón; la profecía autocumplida. La autodestrucción es nuestro botón rojo, nuestro seguro de no mundo. La iluminación no se logra para siempre, sino para ahora, solo para ahora. El hombre está tan cansado de su confusión, que si no fuera por el miedo, se echaría al suelo a morir. Pero la muerte es una experiencia como cualquier otra cuando vives en el ahora. No más, no mañana, no pesimismo ni optimismo. Quita la pelusilla de tu corazón, pásale el plumero y escucha atentamente.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -5

 


La comezón que generan las diferentes variantes que no se materializan, los simulacros que ideamos en nuestras cabecitas, nos llevan más tiempo que los hechos. Vivimos más vidas que una, y la real no la vivimos con la atención que se merece, puesto que estamos entretenidos sufriendo por lo que pudiera ser y no es. Estás distraído, pero si un diente se mueve como una mecedora queriendo salirse de su encía, logrará acaparar tu atención durante todas las horas de la jornada hasta que lo soluciones yendo al dentista. Un diente puede ser tu meditación más plena. Coge el dolor y haz el camino inverso, lo mismo con la ira, con cualquier emoción. Súbete en ellas y retrocede hasta sus orígenes, sigue hacia atrás, más. En efecto, vienen de la ideación que tienes de ti mismo; el mayor fetiche que se pueda imaginar, el mayor que somos capaces de construir. Pero es tan fatuo, que sigues ahondando, porque sabes que el centro aún está más cerca de ti. De ahí vienes; de la nada desértica, no de un espejismo. 


domingo, 5 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -4

 


Abro la puerta y entra tambaleándose. Su cara está abotargada. Los medicamentos le tienen sometido a un calvario sólo comparable a la enfermedad que combate. He decidido no pensar en su dolor, no sentir empatía, ni solidarizarme verbalmente con su dramática situación. Indago en la forma de ayudarle sin sentir, sin pensar o actuar. Sólo estar con él, junto a él, en él; porque él soy yo con otra cara. Cualquier otra manera de ayuda contaminaría la escena por la intrusión del puñetero y extraño ego curioso.

            Se tiene que sentar. Las palabras se le quedan colgadas en las babas; no llora, le lloran los ojos sin pedir permiso. Entiendo lo que no puede decir y soy consciente de que no puedo hacer mucho. Sé de mi poquedad. Y él lo comprende. Ambos estamos entregados a quién sabe qué. Es una actitud de entrega rendida. Estamos uno al lado del otro. Respiramos el mismo aire. Mi cuerpo tiembla un poco más aliviado, porque hoy, al menos hoy, no se le exige ese grado de sufrimiento que el otro padece. El cuerpo tiende a la supervivencia aunque muera el cuerpo de al lado. Menos mal que somos con envoltura y a pesar de ella.

            Esta mañana ha salido a comprar el pan y ha aprovechado para hacerme una visita. Me confiesa que igual no llega a la hora de comérselo. Si todos tuviéramos esa actitud no obligada por los acontecimientos, disfrutaríamos de cada mendrugo de pan como si fuera un  último milagro. Comer el pan de cada día se ha convertido para él en una hazaña. No me habla de necesidades. Hace tiempo que no recibía una visita tan desinteresada. Sigo guardando silencio. Es el mío un silencio de ignorante total, no de discreción ensayada.


sábado, 4 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -3

 


Las redes sociales son la representación ficticia de la ficción. Son el sueño del sueño. Doble tirabuzón antes de caer. La prosperidad para todos significa que ese "todos" sean unos pocos y que la prosperidad sea un bien escaso. Cualquier tipo gris desde su habitación mugrienta puede hacerse propaganda y crear pompas de jabón virtuales. Pero el tipo gris sigue siendo gris. Nada ha cambiado, excepto que el receptor no capta la situación real del emisor. Además hay que contar con que la autopista que pone en contacto a ambos, está manipulada para que los que circulan por la izquierda vayan más rápido y más lejos. Detrás de ella están los beneficiados de tanta bobería, los que ofrecen aparentemente gratis unos servicios que sirven para conocernos mejor, vendernos al mejor postor y manipular más fácilmente la mente común. Si no nos vendieran al aceptar los regalos, nos cobrarían por el objeto brillante ofrecido. Quizá lo hagan cuando ya no seamos capaces de vivir sin ellos, cuando seamos capaces de pagar hasta tres veces por la misma cosa. La dependencia hacia la representación ficticia de la ficción crece exponencialmente. Nuestra atención respecto a lo que tenemos delante flojea, nuestra capacidad de interiorizar decae. Somos más vulnerables a cualquier ideología, a cualquier "vende humo", a cualquier teoría rápida, eficaz, que ofrezca satisfacción inmediata. Las palabras son formas del vacío. Así que sigo escribiendo porque nada puedo romper con ellas, nada puedo construir con ellas. Nada de nada. Nadie se hizo sabio a través de las palabras. Otro asunto es que cuando un sabio habla, sus palabras llevan una carga transformadora que va más allá de la semántica. El hombre gris se aprovecha de las imágenes para dar visos de realidad a su mensaje por redes. Las imágenes nos seducen con mayor rapidez que las palabras. Las imágenes tienen fama de ser más reales que las palabras. <<Lo he visto con mis propios ojos>>. Es una fama inmerecida. Las imágenes son tan representación ficticia de la ficción como las palabras. Creemos que la imagen es la demostración del hecho. ¡Creemos tantas tonterías!


miércoles, 1 de diciembre de 2021

La danza del espacio infinito -2

 


La personalidad es una herramienta de encaje en la sociedad, y si no funciona, pues la cambias. Nacemos sin personalidad, los bebés están libres de esa construcción ficticia. Pero a los pocos años aprendemos que hemos de hacernos con una, y vamos ensayando cuál nos va bien para lidiar con las relaciones y con el mundo. Con el paso del tiempo, de las circunstancias o del marco en el que nos movemos. La personalidad es una idea que los demás se hacen de nosotros sostenida con varias imágenes que van acumulando en su memoria, y es la idea que nos hacemos de nosotros mismos a fuerza de confrontarla con el mundo. Ambas ideas, la que tenemos de nosotros y la que los otros tienen de nosotros, no suelen coincidir. En definitiva, la personalidad es una falsedad aceptada para la convivencia en relaciones que no son verdaderas, no pueden serlo con semejante preámbulo ilusorio. Con la vejez, se suele volver a prescindir en buena parte de la personalidad, no sólo por las enfermedades neurodegenerativas, sino porque te sales o te sacan del carril social y dejas de usar los filtros para mantener una imagen que se cae a ojos vista. Como bien dice la sabiduría popular, los ancianos se convierten un poco en niños. La caída de la personalidad, bien sea en la primera infancia, bien en la ancianidad, o bien por alguna situación traumática o enfermedad incapacitante, tiene la virtud de hacer emerger algo que no es una construcción mental. Se trata de la individualidad. Esa no cambia, es el hilo conductor de una vida, es la que te procura identificación tengas tres años o noventa, hayas perdido la memoria o aún no hayas vivido significativamente para adquirirla. Individuo proviene de indiviso, de indivisible, de unidad. La personalidad es fragmentaria, como miles de piezas que no terminan de encajar en un puzle de locos. La individualidad es unitaria. El individuo es la gota de agua que guarda en sí las características del gran océano. El individuo no se apuntala en imágenes mentales, ni se ve amenazado por insultos o criticas, ni le hacen crecer los halagos. El individuo ya es, desde siempre, todo lo que se puede ser. Pero al escoger la personalidad, enterramos bajo cincuenta capas de hormigón a la individualidad. La personalidad nos hace sufrir porque es irreal y acabamos en la mayoría de los casos, identificados con esa irrealidad dividida. La individualidad nunca desaparece, aunque la olvidemos. Está ahí, como soporte de vida, conectada  permanentemente con lo real, con lo no manifestado, desde donde se hacen viables todas las manifestaciones. El individuo no necesita hacer grupo para sentirse seguro o estar protegido. El individuo es un ser verdadero, y como tal, no está amenazado por la ficción, por mucho que ésta se empeñe en activar el botón del pánico. 


domingo, 28 de noviembre de 2021

La danza del espacio infinito -1

 



He oído una conversación en la calle. Dos jóvenes hablaban de que Elon Musk, el jefe de la compañía SpaceX, quiere enviar una expedición con cien personas a Marte. La idea es que cuanto más lejos vayamos, más cerca estaremos del saber. Conocer al extraño es una forma de conocernos a nosotros mismos. Mirarnos desde fuera. Hemos llegado a identificarnos con el planeta Tierra solo porque es el lugar desde el que miramos. La posición nos crea el espejismo de que estamos quietos en un universo que no se detiene. La velocidad del hámster en la rueda no lleva a ninguna parte. No permitas que te conviertan en insignificante. Tu pequeñez es tan grandiosa como la mayor de las extensiones siderales. No te dejes seducir por la megalomanía de quien, acomplejado, pretende ser a costa de aminorar al prójimo. Las bajas pasiones no tienen nada de malo, pero si tu construcción son solo los cimientos no hay morada ni monumento a admirar. No podrás contemplar desde las ventanas más altas los paisajes más regios. Te quedarás a ras de suelo. Marte está cerca, demasiado. Tú puedes volar más lejos, vivir más grande, ver más hondo. Estás hecho del material de lo eterno. Cierra los ojos. Pruébalo.


sábado, 23 de octubre de 2021

La oscuridad me basta. Thomas Merton.

 


Es casi medianoche y estoy esperándote en la oscuridad, en el gran silencio. No me dejes pedir más que quedarme sentado en la oscuridad, sin encender una luz por mi mismo, ni atiborrarme en mis propios pensamientos para llenar el vacío de la noche en la cual espero por ti.

Déjame volverme nada para la luz pálida y débil de los sentidos, para permanecer en la dulce oscuridad de la fe pura; en cuanto al mundo, déjame volverme para él totalmente oscuro para siempre. Que yo pueda de este modo, por esta oscuridad, llegar en fin a tu claridad.

Que yo pueda después de haberme vuelto insignificante para el mundo extenderme en dirección a los sentidos infinitos contenidos en tu paz y en tu gloria. Tu claridad es mi oscuridad; yo no sé nada de ti, y por mi mismo, ni puedo imaginar como hacer para conocerte. Si yo te imaginara estaría equivocado, si te comprendiera estaría engañado, si quedara consciente y cierto de que te conozco sería loco. La oscuridad me basta.

Thomas Merton (1915-1968)





viernes, 23 de abril de 2021

jueves, 18 de marzo de 2021

Reseña "Los ladrones de ideas" en Almiar-Margen cero

 


«Lo que parece ser» es lo que piensas que es. Los pensamientos son la naturaleza de la mente, los pensamientos surgen y se esfuman; todos, sin excepción, incluso los divinos. Por eso, lo que aparece y desaparece solo parece ser. Lo que es ni aparece ni desaparece, ni los suicidas pueden matarlo.

Reflexión en la revista Almiar-Margen cero


miércoles, 24 de febrero de 2021

Los ladrones de Ideas.

 


El suicida sufre una mente que se ha apoderado de su identidad, y para destronar a esa impostora no encuentra otra forma que borrar todos los pasos andados. El suicida anhela el silencio agazapado bajo el mortificante ruido del martillo pilón que se ha instalado en el centro de su vida. El suicida ha jugado al mundo con las cartas marcadas por este y ha perdido casi todas las manos. Le dicen que intente cambiar las reglas del juego, pero esa es otra trampa en la que ha caído sin que la falsedad del mundo pierda un ápice de terreno. Hay suicidas que son hábiles en el juego y han ganado muchas partidas con las cartas trucadas, pero su insatisfacción es más profunda que la vinculada al hecho de perder o ganar. Su insatisfacción se deriva de que el juego es tomado demasiado en serio y los jugadores están fuera de sí proyectados en una invención inconsistente. Los suicidas se mueven por desesperación o por decisión reposada, por rendición o por búsqueda de un marco diferente. Los suicidas también quieren vivir. En "Los ladrones de ideas", ambos personajes, tanto el escritor Odei como el mendigo Lander, saben que el juego está amañado y resulta interesante tener cerca la posibilidad de dejar de jugar en el momento que ellos decidan. En el relato de Odei: "Gran Grano", que se transcribe en la segunda parte del libro, los personajes ya están condenados a una salida rápida y sufriente del juego, para ellos el suicidio es más como irse dando un portazo cuando no les queda dinero con el que seguir apostando.


miércoles, 17 de febrero de 2021

El Tiempo.

 


En los primeros minutos de haber entrado en el aula, el profesor soltó la frase del filósofo francés Clément Rosset: <<Lo real siempre se toma la revancha>>. Al profesor se le oía pensar mientras hablaba. Impartía sus clases echando mano de un compendio de anécdotas atribuidas a diferentes personajes históricos. Con ellas acaparaba la atención de sus alumnos, y a partir de esa atención aprovechaba para datar el suceso y ubicarlo en un contexto histórico concreto. La fórmula funcionaba. Para él la historia era, y así lo manifestaba al principio de cada curso: tiempo. Hacía suya la idea de Heidegger de que nosotros no nos movemos en el tiempo, sino que somos, estamos hechos del tiempo mismo. Cuando nosotros nos acabemos, el tiempo se acabará. Uno de sus alumnos, en cierta ocasión, objetó que el concepto sí permanecería. El maestro preguntó cómo y dónde permanece ese concepto del tiempo, pues sin testigos conscientes que lo validen, que den fe de él, su "existencia" se evapora. 


miércoles, 13 de mayo de 2020

Habas Contadas. 13 de Mayo.





"...transfiriendo a estas sombras de la imaginación, desde nuestra naturaleza interior, el suficiente interés humano como para lograr momentáneamente la voluntaria suspensión de la incredulidad que constituye la fe poética".

 (fragmento de la biografía literaria del poeta inglés Samuel Taylor Coleridge).


Cuando compruebo que los fantoches cuentan con un inmerecido predicamento y los que trabajan desde la humildad son desairados, pienso que pensar no es suficiente. Si nos entregan los secretos del universo en una caja de cartón, los desecharemos como si de superchería se tratase. Si nos venden humo saliendo de un objeto brillante, caemos postrados. Tendemos a creer en lo resplandeciente. Animo a que busquen el gen responsable de actitud tan primaria que nos aboca a la extinción. Inusual es encontrarse con alguien que no se considere víctima de las circunstancias, sean éstas las que sean. Y las víctimas son fáciles de manejar desde el sensacionalismo y el sentimentalismo poético. Un ejemplo de víctima autoproclamada me comentó, después de perder el trabajo y a su segunda mujer, que se había ganado el derecho a pecar con tranquilidad. No sé a qué se refería. No quise preguntar, no fuera a ser que se sincerara. Los confesores son de usar y tirar. Nadie quiere volver a toparse con uno cuando se te ha pasado el arrepentimiento. Estamos hechos de fragmentos que articulan una composición incoherente. Y vivimos con esa descomposición dentro, como un Alien que fuera a devorarnos, cansados de la credulidad que exime de la experiencia. No quiero aprehender los grandes arcanos, quiero salir y disolverme en ellos: en el tiempo, el espacio, la luz, la materia oscura o la oscuridad sin materia, la cosmovisión fractal, los números primos y primas, la dimensión de Hausdorff-Besicovitch, la cohabitación, lo individual y universal, dios y su desprendimiento. 



miércoles, 29 de abril de 2020

Habas Contadas. 29 de Abril.



La nube de polvo que levantan las pezuñas presurosas del caballo, la figura erguida del jinete, el sombrero calado, el pañuelo al cuello y un horizonte sin fin por delante. Así empieza y así acaba una buena historia de cuando los hombres no eran civilizados, pero eran capaces de defender su destino con sangre en los nudillos. La muerte para ellos nunca fue un obstáculo. Un tiempo en que los ahorcados eran veletas desfiguradas para el viajero en busca de asiento, de cuando a la tierra pedregosa había que extraerle el sustento a machetazos. La maestra vestía con harapos, el minero era negro desde fuera, la cantinera regaba la barra con whisky barato, el doctor extraía las balas de los cuerpos retorcidos con el dedo desnudo, el banquero guardaba los ahorros de los paisanos para que el forajido de turno tuviera una misión en la que echar el rato. La justicia era rápida, en mitad de la calle. El amor era de granero. El enterrador apenas pegaba ojo. El pastor ponía una vela a dios y otra al diablo, y cuando llegaba el forastero sin afeitar se apagaban ambas. Hacer fortuna era marcharse del poblado para no volver, dejar atrás las mujeres que te convirtieron en hombre, abrigarte con las estrellas y elegir bien junto a quién cabalgabas. Los riachuelos traían murmullos de calzones largos, el petate sobrio, la munición a punto, la bolsa con las cuatro monedas a buen recaudo, los ojos avisados, las espuelas abrillantadas, el caballo bebía antes que su jinete, la noche clara obligaba a dormir con la ropa puesta. Una forma de ser y de estar (no siempre son lo mismo) de la que sólo guardamos recuerdos pintorescos cuando de un solo trago damos cuenta de un Jack Daniel´s seco mientras visionamos la cinta de Río Bravo.


lunes, 20 de abril de 2020

Habas Contadas. 20 de Abril.



Debes ser un tipo con un carácter especial para no tener resueltos los asuntos básicos de la vida y que no se note. Los proyectos sustanciales quedan relegados una y otra vez en favor de lo acuciante.

"Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida y ver qué era lo que tenían que enseñarme, no fuese que cuando estuviera por morir, descubriera que no había vivido". — Henry David Thoreau, (1854) en Walden.

El plan es huir del constructo humano de convivencia y volver a la naturaleza. Ella es dura, pero consecuente. La vida que inventamos, sin embargo, pretende ser blanda, pero es corrosiva como la cagada de una paloma de ciudad. Los animales de compañía son uno de los ultrajes que hemos cometido al convertirlos en criaturas artificiosas y manipuladas que ayudan a vernos como bondadosos. Queremos para nosotros los atajos que nos lleven a la bondad que nos es impropia. Nos hemos presentado voluntarios a la esclavitud de lo políticamente correcto y nadie tiene huevos de salirse del carril. Estoy valorando la posibilidad de retirarme a la vida anacoreta del ermitaño que sabe que está solo. Para eso la naturaleza debe reconocerme como parte de ella, que no será asunto sencillo por culpa de la inercia y los aditivos peligrosos que no soy capaz de quitarme de encima. El aislamiento deliberado es el mayor gesto de solidaridad conocido. La multitud es un monstruo de mil cabezas que acaba siendo dirigida por la peor de ellas.


martes, 14 de abril de 2020

Habas Contadas, 15 de Abril.




El contexto es el relato, el hecho es confuso. "Se pone de rodillas" es el hecho, pero necesitas saber si lo hace para rezar, para fregar, para lijar el parqué, para buscar material geológico, para suplicar, para morir ejecutado, para hacer una mamada, para mortificarse, para ponerse a la altura de su hijo. Lo más probable es que sea un tropiezo. Las rodillas no están hechas para tocar el suelo. Nuestro mundo no es el Mundo, es una posibilidad que hemos convertido en reina del espectáculo, nos hemos arrodillado ante él olvidando que existe para nosotros y no al revés. En el origen está el destino. Don Santiago Ramón y Cajal dijo esto sobre lo que hoy llamamos interneuronas: son células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental. Quién sabe. La vida mental ha creado nuestro mundo. Pero ella es finita y cambiante, más de lo que la salud exige. Estamos condenados a la enfermedad porque así lo asumimos. Nos arrodillamos ante el ídolo amputado de la proyección mental, lo convertimos en dios del Olimpo al tiempo que perdemos la fe por lo que consideramos intangible y libre.



lunes, 13 de enero de 2020

Los Ladrones de Ideas

Felicitar a la Asociación Cultural Letras Cascabeleras y a su coordinador Víctor Manuel Jiménez Andrada por el éxito de convocatoria. Y, claro está, agradecer que se hayan fijado en la obra "Los ladrones de ideas".
Letras Cascabeleras


miércoles, 4 de diciembre de 2019

Edifice de Ash Thorp



- Estabas buscando una belleza perenne... ¿la ves?
- No.
- Pues eso. Si miras con fijeza la sombra se abisma hacia dentro.









domingo, 21 de julio de 2019

Vodevil




Sí señora, este es el teatro donde se ha interpretado el magnífico vodevil entre la piedra angular (Pedro) de la socialdemocracia nacida de primarias y la coleta que se cayó del caballo (Pablo) para ir a abrevar al socialismo del siglo veintiuno. No sea tímida y acérquese al escenario. Toque usted la tarima donde ocurrió la magia, o mejor dicho; el truco. Llévese un trozo como reliquia. Hágase un colgante. Esto es histórico. Esto no lo predijeron los Simpson. Señora, España es jugadora. Solo juegan los que tienen algo que perder. España tiene mucho que perder. A doble o nada, señora. Si es doble, volverá a jugar, porque ningún jugador lo deja cuando gana. Lo cierto es que el jugador juega para perder, hasta que no pierde no para. Y España acabará perdiendo. Entonces se estirarán los dedos índice para señalar culpables. Cuando pierdes buscas culpables. La culpa son los otros. Y les quitarán lo que tengan ahorrado para volver a jugar y a perder. Porque cuando juegas con desesperación no hay posibilidades de ganar. A España le gusta jugar, señora, y necesita perder por la cosa de la tragedia, tan nuestra, tan hambrienta de sangre propia, como una transfusión envenenada. Calle un momento, señora, escuche el eco aún vibrante del aplauso desde la platea. Nos gusta aplaudirnos la cara.  



martes, 14 de mayo de 2019

Jep Gambardella.




"Puestos a odiar, seamos ambiciosos". Un tipo atildado el tal Jep Gambardella, un dandi circunspecto, avispado y desencantado con la especie humana. No puede ser de otro modo cuando observas con distancia y aceptas lo que ves sin discutir, por no darle importancia. Un tipo que lucha contra la neurosis infecciosa, y no está dispuesto a tapar sus deseos ni sentimientos con convenciones sociales que ya le importan un higo. Un escritor de pies a cabeza que no necesita escribir. Un libro es más que de sobra. Chaquetas de colores chillones y la cara como la de un bulldog volviendo de la ópera son su carta de presentación ante desconocidos que se llevan de él, como de todos nosotros, la mejor parte. Qué tendrán los desconocidos que nos caen tan bien. No nos conocen, y gracias a ello, podemos ser nosotros mismos sin los prejuicios a los que nos hemos postrado. ¿Se parecerá el mundo a como lo experimenta Gambardella? Quién sabe si el mundo se parece a su madre o a su padre. Más tarde o más temprano nos convertimos en seres apesadumbrados por la razón que él esgrime: La nostalgia es la única distracción para quien no cree en el futuro.


viernes, 19 de abril de 2019

Vuelos rasantes




Nieva sobre las aceras negras. La enfermedad traspira por el tabique. Esta tarde me quedo en casa y hago números para llegar a fin de mes sin tener que robar. Recibo un mensaje en el móvil. Es Veni...

Vuelos rasantes de Luis Amézaga


domingo, 24 de febrero de 2019

VUELOS RASANTES



Si buscas estados alterados de conciencia y no asimilas bien el LSD, te aconsejo que acompañes a los personajes de este libro en sus vuelos rasantes. Frida Cerain, controlando a sus demonios, vigilará de cerca los secretos de Daniel Seijo. Roberto y Fausto viven pared con pared a la espera de que el destino juegue con ellos. ¿De dónde ha salido Anne Horcajada, y qué pretende? El poeta Venancio ¿quiere un hermoso cadáver o una inmortalidad retórica? ¿Es Ayli Maine una asesina? Jesús Mari y sus paraísos perdidos. Ariel se mueve con agilidad por los limbos de la existencia. El inspector Morgado se topa con un "nadie" que le da dolor de estómago. Los protagonistas de "Inocencia" no tienen nombre porque quizá no sean tan inocentes.





martes, 12 de febrero de 2019

Arco de seguridad.




Pasas por el arco de seguridad tras dejar tus pertenencias en una bandeja. No se fían. Somos muchos y el porcentaje de locos violentos aumenta en estos edificios. Coja número. Espere su turno. La persona parapetada tras el mostrador te pregunta por la razón que te lleva a molestarla. Los funcionarios de la Administración dan miedo. Ellos pueden ponerle un sello a tu condena, pueden rechazar el trámite a la felicidad. Le digo que mi padre ha muerto, que necesito un certificado de defunción. Me mira, me pide el carné. Me pregunta por el día de la muerte. Se lo digo y en el ordenador no sale, y si ahí no sale no estás muerto, que lo sepas. Me mira con atención, ¿no te habrás equivocado de fecha? Me hace dudar. Ellos siempre tienen razón. Reviso mi memoria. Creo que es ese día. Pues no me sale. Uyy, espera, me dice, que me he confundido al indicar el año. Sonríe. Maldita la gracia. Me da el certificado que oficializa la muerte del padre. Ya puedo irme. Otro será quien venga a solicitar mi certificado. La Administración escribe tu biografía de manera tan abreviada que ya eres polvo.



lunes, 21 de enero de 2019

Venusianos



Esta noche miles de venusianos de un suburbio de la sección 57 del hemisferio sur se han despertado con un imprevisto y desconcertante acontecimiento en sus cielos. Muchos hablan de ovnis, de terrícolas con gordas cabezas y caras de cristal, como hinchados, y con jorobas exageradas. La segunda piel, según los testigos, era reflectante. El resto de la población escucha las declaraciones convencida de que su mundo se está volviendo loco, que al venusiano medio se le va la olla, o que el aburrimiento le anima a inventar historias de ciencia ficción con visitantes terrícolas como protagonistas. Todo el mundo sabe que ese planeta azul está despoblado de vida inteligente. En él solo hay basura y restos orgánicos de seres primarios incapaces de no matarse entre ellos. O al menos eso dicen las tertulias del más allá.